Nahuel Arroyo, del filial a rival

"Es un jugador al que quiero mucho", asegura Oriol Alsina enseguida que se le pregunta por Nahuel Arroyo, su enésimo descubrimiento, como antes lo habían sido Mata, Granell, Sergio León, Ortuño y tantos otros. Reclutado hace dos veranos del Horta, de Tercera división, la temporada pasada brilló poderosamente con el Llagostera, tanto que eso le valió para dar el salto al fútbol profesional este curso de la mano del Albacete.

Natural de Santa Cristina de Aro, este extremo de 25 años ha jugado hasta ahora siete partidos con los manchegos desde que debutó en la categoría de plata en la visita al Mallorca (0-0) jugando los últimos 5 minutos, el pasado octubre, entrando por Diamanka, otro ex de Montilivi. Una lesión muscular le había hecho la pascua hasta entonces, impidiendo que entrara en los planes de Lucas Alcaraz. Cuando estuvo listo, en el banquillo del Albacete ya había llegado otro inquilino, Aritz López Garay.

Nahuel Arroyo se formó en la base del Girona, jugando con el filial en Primera Catalana hasta mediados de la temporada 2016/17. Aquel curso lo terminó, sin embargo, el Can Gibert, en Segunda Catalana. El reencuentro con el Girona, por tanto, lo afronta como rival en el Carlos Belmonte. "Es uno de esos futbolistas que ayuda a ganar partidos, que se vacía, y que es capaz de ir arriba y abajo sin parar", añadió Alsina.