Manchester queda muy lejos

El Girona sigue trabajando en La Vinya

El Girona sigue trabajando en La Vinya / Sport.es

Carles Rosell

Entre julio y agosto, antes de que arrancara la competición oficial, lo habitual era ver cómo los equipos se ponían las pilas. Dobles sesiones, un calendario cargado de amistosos y viajes a otros países. El coronavirus lo ha puesto todo patas arriba, sobre todo en una Segunda División que sigue sin poder celebrar su play-off de ascenso. El Girona es parte implicada, hasta el punto de escribir su futuro a corto y medio plazo con interrogante. El stage en Manchester, una tradición de los últimos años, se convierte en un imposible mientras que la dirección deportiva que lidera Quique Cárcel tiene entre manos la difícil tarea de confeccionar una plantilla que, todavía, no sabe en qué categoría competirá el próximo curso.

Francisco Rodríguez sigue trabajando en La Vinya con sus hombres. Un día más, el cuarto consecutivo, preparando una promoción de ascenso que todavía no tiene fecha. Hace un año, la historia era otra. De lo más diferente. Con Juan Carlos Unzué al mando, el equipo hacía semanas que trabajaba. El 8 de julio de 2019 se había puesto en marcha, hasta el punto de haber disputado un par de amistosos (Al Arabi i Bournemouth) antes de partir hacia Manchester. En suelo inglés se deshizo del Derby County, el día de la grave lesión de Valery Fernández además de caer ante el Leeds.

Viendo el panorama, parece imposible que este 2020 pueda viajar por quinta temporada consecutiva a Manchester para alojarse en la ciudad deportiva del conjunto citizen. Un lujo para los rojiblancos. Ahora, estrenan el mes de agosto esperando el play-off y sin saber si la próxima temporada jugarán en Primera o en Segunda. Si se sube, la mayoría de los futbolistas cedidos se quedarán en Montilivi por contrato. Si no, la tarea de la dirección deportiva se multiplicará: habrá que rehacer una plantilla con sueldos astronómicos, teniendo en cuenta que el presupuesto, altísimo este curso, bajará. Y no poco.