El Girona se duerme en La Rosaleda

Alba López

El Girona no fue capaz de pasar del empate ante un Málaga que acabó con diez jugadores por la expulsión de Chory Castro en el tramo final del partido por una peligrosísima entrada sobre Muniesa. Echaron por el retrete los de Pablo Machín toda la primera parte, pero reaccionaron tras el paso por vestuarios subyugando a los albicelestes, aunque sin llegar a generar peligro arriba. Olunga dispuso de diez minutos para obrar el milagro ya cuando los 'boquerones' se encontraban en inferioridad numérica, pero esta vez el balón no quiso entrar.

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LaLiga

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Alineaciones
Málaga
Roberto; Rosales, Luis Hernández, Ignasi Miquel, Ricca; Keko (Samu García, 72'), Recio, Iturra, Chory; Adrián, Borja Bastón (En-Nessyri, 59').
Girona
Bono; Maffeo, Ramalho, Bernardo, Muniesa, Mojica; Pere Pons, Granell (Douglas Luiz, 88'); Borja García, Portu (Olunga, 82'); Stuani.

Apretó el Málaga arriba en los primeros minutos y eso generó muchas dudas en los discípulos de Pablo Machín, que se vieron superados por el vendaval albiceleste. Lo intentaron Keko Recio por los 'boquerones' con dos disparos desde el balcón del área que no encontraron puerta. Antes, Keko había avisado ya en un mano a mano con Bono tras una combinación con Borja Bastón que el meta resolvió metiendo la puntita del pie ante el chut escorado del de Brunete. 

El paso de los minutos tampoco mejoró las sensaciones del Girona, que no acabó de dar con la tecla ante un Málaga muy ordenado que juntó mucho sus líneas y apenas concedió espacios a los rojiblancos complicando su circulación de balón. La prueba de ello es que el primer acercamiento de los de Machín sobre la portería de Roberto no llegó hasta el ecuador de la primera parte, cuando Mojica colgó un tímido balón desde la izquierda que obligó al meta a abandonar su madriguera para interceptarlo. 

La respuesta del Málaga no se hizo de rogar y en la jugada siguiente Keko rozó el gol en un remate de cabeza a bocajarro que sirvió para que Bono diera muestra de sus reflejos en una intervención felina. Chory metió el balón en el área desde la siniestra, Adrián lo peinó hacia atrás y Keko, desde el área chica, perdonó con todo a su favor. Minutos después los de José González reclamaban con vehemencia un penalti de Maffeo sobre Adrián, pero la realidad es que en la acción de la polémica fue el jugador del Málaga quien derribó al de Sant Joan Despí. Machín tomaba anotaciones en su libreta desde la banda, pero en el campo el Girona no daba con la fórmula de someter a su rival, mucho más metido en el partido y activo a partir de tres cuartos de campo.

El paso por vestuarios, sin embargo, sentó bien a los rojiblancos, que saltaron al campo con más brío en la reanudación. Granell a punto estuvo de sorprender a Roberto en un libre directo desde su casa que se envenenó y obligó a rectificar de posición al cancerbero. La respuesta de José González fue meter a En-Nesyri por Borja Bastón en busca de algo más de velocidad y desborde, pero la permuta no surtió efecto al principio y Stuani pudo poner tierra de por media en el marcador en una falta lateral botada por Álex Granell que el uruguayo cabeceó alto. 

Era otro Girona y era otro partido, volcado sobre el área de un Málaga que emitía signos de cansancio y permitió a los de Machín oler la sangre. Sobre todo, a raíz de la expulsión de Chory Castro a falta de un cuarto de hora para el final. El uruguayo perdió la cabeza y realizó una durísima entrada sobre Muniesa que le supuso la expulsión.

En superioridad numérica el partido se convirtió en un asedio del Girona. De la mano de Mojica los rojiblancos se hartaron de colgar balones al área desde la izquierda, pero los centros del lateral colombiano no encontraron rematador y Machín recurrió a Olunga para tratar de abrir el cerrojo albiceleste. Esta vez, sin embargo, no se repitió la historia del encuentro ante Las Palmas y el delantero keniano  se quedó sin mojar en un final de partido sin sobresaltos.