Los grandes retos de Eusebio

Eusebio dirigiendo un entrenamiento durante la pretemporada del Girona

Eusebio dirigiendo un entrenamiento durante la pretemporada del Girona / SPORT

Roger Payró

Tras una magnífica campaña en su primera temporada en Primera División, el Girona empezará un nuevo proyecto después de estar más de cuatro años con Pablo Machín como capitán del barco. Eusebio Sacristán será el encargado de pilotar la nave del equipo de Montilivi y el objetivo principal del técnico vallisoletano es asentarse en un banquillo donde cree que encaja a la perfección.

Eusebio emprenderá esta nueva aventura profesional lleno de ilusión. A sus 54 años, sus mejores actuaciones en como entrenador llegaron primero de la mano del Barça B en Segunda División y después, en su estreno en Primera con la Real Sociedad. Pero más allá de los resultados, los elogios que reúne el técnico se deben a su estilo de juego.

Su idea es jugar de manera atractiva, valiente, ofensiva y que sobre todo su equipo sea el protagonista. De hecho, en una reciente entrevista, él mismo admitió que se sentía identificado con Guardiola porque los dos tratan de ejecutar el mismo patrón de juego en sus conjuntos por influencia de Johan Cruyff, al que pudieron disfrutar como entrenador cuando estaban en las filas del FC Barcelona como futbolistas azulgranas.

Es ambicioso

Eusebio sabe que aunque el objetivo principal es la permanencia, el listón dejado en la pasada liga le obliga a ser más ambicioso. El entrenador lasecano sabe del potencial de su plantilla y, si casi sin querer el Girona se encontró a las puertas de Europa el pasado año, su gran reto es igualar superar el décimo puesto conseguido por Machín e incluso a nivel personal superar la sexta posición conseguida con la Real en la temporada 2016/17.

Una de las decisiones que pesaron en su decisión para aceptar la oferta de Quique Cárcel es que el director deportivo cree en su trabajo y considera que es la persona idónea para dar continuidad al proyecto de Machín. Así pues, Eusebio tratará de mantener el espíritu de equipo que los jugadores mostraron el año pasado a la vez que aportará sus matices defensivos para hacer del Girona un equipo temible y asentarlo en Primera.