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El Levante sonroja al Girona

Los de Míchel se quedaron con nueve y cavaron su propia tumba ante un Levante que sumó su primer triunfo en su regreso a Primera (0-4)

Carlos Álvarez firmó, de libre directo, el 0-2 del Levante en Montilivi

Carlos Álvarez firmó, de libre directo, el 0-2 del Levante en Montilivi / David Borrat

Clàudia Espinosa

Clàudia Espinosa

Una imagen que habla por sí sola: aficionados desfilando por las gradas de Montilivi en el inicio de la segunda mitad. Y que se prolongó hasta el pitido final de Alejandro Quintero. El Levante se labró su primer triunfo en Montilivi en detrimento de un Girona que se quedó con nueve, no pudo dar continuidad a los brotes verdes mostrados en Balaídos y recibió una sonrojante goleada a tres días de visitar San Mamés y a una semana de recibir a un enchufado Espanyol (0-4).

Si algo funciona bien, no lo toques. Una premisa que se tomó al pie de la letra un Míchel cuyo once fue idéntico al presentado en Balaídos. Con Gazzaniga bajo palos. Y Vanat arriba tras su estelar debut en el empate ante el Celta. Pero cuando la dinámica es negativa y, por ende, las sensaciones no son buenas, te sale todo al revés. Y al Girona, a pesar de su esperanzador inicio, pagó muy cara la expulsión tempranera de Axel Witsel.

El belga, timón de un Girona huérfano del liderazgo de Yangel en la sala de máquinas, vio dos amarillas en diez minutos y dejó a su equipo con diez en la primera media hora de partido. Primero cortó una contra granota y, después, no midió bien y pisó a Unai Vencedor. Y, a partir de ahí, en Montilivi se vivió un encuentro completamente distinto.

Pese a que la cámara captara en más de una ocasión a un Míchel desquiciado y enfadado con las decisiones y/o comportamientos de sus pupilos, lo cierto es que el Girona salió bien plantado al choque. Serio, sólido y pisando con frecuencia campo rival. Ounahi mostró detalles de calidad y, tras sentar a Vencedor con un recorte en seco, se la cedió a Joel Roca, que disparó con la zurda al lateral superior de la red. Un Joel Roca, por cierto, cuya convocatoria con la Selección para disputar el Mundial sub-20 le hará perderse los próximos tres-cuatro compromisos ligueros. Lo hará también Vladyslav Krapyvtsov, citado con Ucrania.

Otra vez Etta Eyong

Volvamos al césped. El Levante no se achicó y, en lugar de esperar al rival, quiso ser más protagonista con balón. Pero el Girona juntó sus líneas para evitar ser superado por dentro... hasta que un 'monstruo' llamado Etta Eyong se propuso amargar a un equipo que soñará con su figura: asistió a Buchanan en el 5-0 del Villarreal y firmaría el 0-1 granota pocas semanas después.

Acababan de avisar los de Julián Calero, con un cabezazo de Brugui a la madera ante un Gazzaniga que se confió e hizo gestos de que el balón iba directamente fuera. Pero fue el camerunés, que ya mojó en su debut ante el Betis, quien batió al arquero argentino. Carlos Álvarez hilvanó la jugada, temporizó y abrió en banda a Toljan, que sirvió un centro al área, directo a la testa de un Etta Eyong que giró el cuello de maravilla para adelantar al Levante en el marcador.

Con nueve

La inferioridad numérica castigó a un Girona que, en un abrir y cerrar de ojos, sufrió la expulsión de Vitor Reis en el primer minuto del segundo tiempo. El central cedido por el Manchester City alargó demasido la pierna para despejar un balón y clavó los tacos en el muslo de Carlos Álvarez. Así, el Girona se quedó con nueve. Para colmo, el propio Carlos Álvarez transformó el libre directo. Error garrafal de una barrera que se abrió y dejó pasar el balón.

Como no iba a ser de otra manera, los de Míchel - con un 4-3-1 bien definido - se limitaron a defender y evitar que la goleada fuese aún más sonrojante. Pero ni así. Combinación veloz del Levante en área 'gironina' que acabó en el tanto de Iván Romero, asistido por un gran Etta Eyong. Frialdad tremenda la del ariete, que controló con la izquierda y definió con la derecha. Y pasividad defensiva de un Girona que continúa siendo el equipo más goleado de Primera (15) y encajó el cuarto, de Koyalipou, en el añadido. Un punto en cinco jornadas y con la visita a San Mamés y los derbis en el horizonte.

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