Las horas más difíciles de Unzué en el Girona

Unzué está en el alambre

Unzué está en el alambre / @GIRONAFC

Carles Rosell

Han pasado 134 días desde que Juan Carlos Unzué fue anunciado como el relevo de Eusebio Sacristán y el encargado de liderar el ambicioso proyecto de un club que estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana para llevar al equipo de nuevo a la Primera División. Poco más de cuatro meses después, los malos resultados y la fragilidad defensiva que se transmite han debilitado la figura del técnico, cuyo futuro pende de un hilo. Los dos últimos tropiezos, contra el Elche y Oviedo, le han dejado en la cuerda floja hasta el punto de que no está para nada seguro que llegue a sentarse en el banquillo este domingo ante el Alcorcón

Salvó el cuello a principios de mes tras ganar al Deportivo. Se habían encendido las alarmas al enlazar la cuarta derrota en cuatro desplazamientos en Huesca, pero se ganó en Montilivi, un resultado que vino acompañado de la primera alegría a fuera, el 0-3 en Santander. El debate parecía enterrado, pero ha vuelto a aparecer en un visto y no visto. Acumula el Girona más tropiezos (seis) que victorias (cinco) y tanto el club como la propiedad tienen muy claro que con esta dinámica será imposible lograr el objetivo. Tener la promoción a tres puntos y el ascenso directo a cuatro puede suavizar las cosas, aunque sea un poco, pero también es cierto que en las próximas horas se podría tomar la decisión de rescindir al navarro. 

Mientras se busca tener un relevo de garantías, la cúpula aplaza a este martes, coincidiendo con el día de descanso de la plantilla, el día clave para decidir si finalmente Unzué es cesado o se le da una última oportunidad. Sería el domingo, en casa ante un Alcorcón que es el segundo mejor visitante de la categoría.