La historia se repite: en descenso después de 10 partidos

El Girona actual calca los números del de la pasada temporada, cuando todavía estaba en Segunda

En ambos casos, el cuadro catalán sumó 8 puntos de 30 posibles

UD Almería - Girona FC

UD Almería - Girona FC

Carles Rosell

Míchel Sánchez, un vestuario renovado y una categoría que no da tregua. La historia se repite. Un tipo de dejà vu. El Girona de este año vive una situación muy parecida a la de la última temporada, a pesar de competir una división por encima. A las sensaciones irregulares se le suman las urgencias y unos números calcados. A mediados de octubre, superadas ya las diez primeras jornadas, se vuelve a convivir con el descenso. El curso pasado se reaccionó a tiempo, hasta el punto de acabar disputando el play-off, añadiendo el premio del ascenso final. ¿Y ahora? Mañana, primera oportunidad para romper con una inercia nefasta, que ha llevado el equipo a hundirse a la clasificación.

Porque lo Girona no carbura, esto es evidente. Ya no es solo la primera parte en el campo de la Almería el pasado jueves. Son los cinco goles que se encajan contra la Real Sociedad en Montilivi, la concesión del 0-1 del Cádiz también en casa, o las facilidades que se encontró el Atlético de Madrid para marcar en el Metropolitano. Por poner algunos ejemplos, porque hay más. Los errores se acumulan desde el primer día y así no hay manera. Hasta el punto de llegar a una situación incómoda. El equipo es decimoctavo y si hoy mismo se acabara la Liga, bajaría de nuevo a la Segunda División, convirtiendo esta nueva etapa en la máxima categoría en una de todavía más breve de lo que fue la anterior.

De 30 puntos posibles se han sumado solo 8. Un más que el Cádiz (7), que es penúltimo, y dejando atrás el colista, el Elche (3). Ningún otro conjunto presenta unos números así. Los diecisiete restantes les miran por encima. Más o menos lejos, pero por encima. El Girona ha ganado solo 2 partidos (3-1 en el Getafe y 2-1 en el Valladolid), ha sumado un par de empates (1-1 a Palma y 1-1 con el Cádiz) y ha encajado hasta 6 derrotas (1-0 en València, 0-1 con el Celta, 2-1 en el campo del Betis, 3-5 con la Real Sociedad, 2-1 contra el Atlético y el 3-2 almerienses).

A pesar de haber hecho 14 goles, más que el Betis o el Villarreal, dos equipos de la parte alta de la clasificación, se han encajado 18. Es el segundo peor registro de la competición, superado solo por los 24 que ha recibido el Elche. Nada que no se pueda mejorar, por supuesto, pues ni siquiera se ha llegado en mitad del campeonato. Pero se tendría que empezar cuanto antes.

Un buen ejemplo a seguir, el protagonizado en primera persona ahora hace un año. Porque el Girona del 2021 y el de ahora, a pesar de los cambios a la plantilla y jugar en categorías diferentes, presentan bastantes similitudes. Por no decir muchas. Míchel cogió las riendas de un vestuario que dio la bienvenida a una buena pandilla de caras nuevas. Se necesitó un determinado tiempo de adaptación y esto repercutió de manera directa en los resultados del primer cuarto de temporada. En la décima jornada, la situación era idéntica al actual. Se habían sumado 8 puntos con el mismo balance: 2 victorias, 2 empates y 6 derrotas. Y por supuesto, se ocupaban puestos de descenso. Críticas por parte del entorno, dudas con la plantilla y un montón de quejas que ahora también se repiten.

Pero todo va cambiar. Giro de 180 grados y a soñar. El pistoletazo de salida de esta mejora, en el undécimo partido. Justo el que le llega mañana, contra Osasuna, en el Girona del presente. El del pasado más reciente, ahora hace un año, ganó a Anduva entre semana (1-2) y fue capaz de firmar una racha más que buena, con solo dos derrotas en los 16 partidos siguientes, de los cuales se ganaron 12. Hasta la jornada 10, se habían sumado el 26,7 por ciento de los puntos en juego. Desde aquel momento y hasta el final del curso, el 62,5 por ciento. Un cambio evidente y a la vez necesario, clave para el ascenso. Ahora, si lo que se quiere es la permanencia, toca ponerse pronto.