Golpe sobre la mesa de un Girona que se acerca a la segunda plaza

El Girona se llevó los tres puntos en el descuento

Sergi Montes

Un triunfo que vale por seis puntos, que es un aquí estoy yo en toda regla y que mete al Girona de lleno en la pomada no ya por el playoff sino por el ascenso directo. El equipo de Pep Lluís Martí cosechó la que es quizá la victoria más importante del curso por el momento, el rival y la situación. Cuando todo indicaba que el empate ante un rival con diez iba a ser el agridulce resultado, un gol del ex oscense Samu Saiz en el minuto 94 dejó en la estacada al Huesca y desató la euforia en un Montilivi que vuelve a creer.

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Alineaciones
Girona
Riesgo; Maffeo, Alcalá, Juanpe, Brian Oliván; Gumbau (Christian Rivera, 86'), Granell; Borja García (Samu Saiz, 68'), Aday (Gallar, 86'), Brandon; Stuani.
Huesca
Álvaro Fernández; Pedro López, Pulido, Insua, Luisinho (Javi Galán, 58'); Rico, Mosquera, Eugeni (S. Gómez, 77'); Ferreiro, Raba (Okazaki, 54') y Rafa Mir.

Las interrupciones y el escaso valor del juego marcaron la pauta en los primeros compases. El Girona tocó más balón ante un Huesca bien plantado. Los de Pep Lluís Martí acabaron encontrando la manera de meter mano a los aragoneses implantando una presión muy alta. Con un par de robos en la salida de balón y acciones muy verticales, el equipo catalán percutió en la zaga azulgrana con ahínco. Los de Míchel pasaron un calvario durante varios minutos para aguantar las acometidas locales, y solo la falta de fortuna impidió al Girona llegar al descanso en ventaja. 

Un pase filtrado de Borja para Brandon, que no llegó por centímetros para quedarse solo ante Álvaro, así como un zurdazo de Aday, algo manso pero con peligro, generaron importantes dudas en el Huesca. La más clara sin embargo la protagonizó el sospechoso habitual. Christian Stuani, en una de esas que jamás perdona, no conectó bien un testarazo en área chica estando libre de marca y completamente sólo. Un caramelo de ocasión, un fallo inédito en el pichichi de Segunda.

Apagó la luz el Huesca y llevó el duelo a una fase oscura, carente de caudal ofensivo y muy trabada. Los de Martí espabilaron a partir de un penalti reclamado por Stuani y una contra que el charrúa, por tener la portería entre ceja y ceja, culminó mal cuando tenía solo a Borja. El nuevo impás se cerró a bote pronto cuando a Rafa Mir se le cruzaron los cables y le propinó un codazo a Granell, viendo la roja directa y dejando al Huesca con diez para los últimos 20 minutos.

Con la superioridad numérica, el Girona dominó a placer a los oscenses pero no asediaron como se esperaba. La lentitud en el pase y los centros a la nada impacientaban a Montilivi. De una segunda acción comprometida de Insua con Stuani y un posible penalti nació un balón suelto que Maffeo convirtió en un pase de la muerte… sin ejecutor. Una pérdida de Mosquera no la aprovechó Brandon, que se la cedió demasiado larga a Gallar. El 0-0 iba a ser inapelable… hasta que en prácticamente la última acción del choque, una falta de entendimiento en la defensa del Huesca deparó un balón suelto que Samu Saiz, de tiro cruzado, envió a las mallas para el delirio de la parroquia rojiblanca.