Girona se rinde a sus héroes

Los equipos de fútbol y baloncesto compartieron una intensa jornada acompañados por miles de aficionados, recorriendo Girona

Un Montilivi lleno hasta la bandera acogió el punto final a la gran fiesta rojiblanca

El autobús del Girona, durante la celebración por el ascenso

El autobús del Girona, durante la celebración por el ascenso / @girona_cat

Cristina Moreno

Después de dos play-off consecutivos fallidos, el Girona consiguió este fin de semana el ansiado ascenso a Primera División. Un día grande para la ciudad, que apenas dos horas horas antes había visto como el Bàsquet Girona superaba a Estudiantes y conseguía también subir a la ACB.

Doble triunfo y doble merecida celebración. La ciudad no faltó a la cita con sus equipos y se tiñó de rojo para festejar por todo lo alto este hito en el deporte gerundense. La comitiva, que partió de Montilivi se desplazó hasta Fontajau, feudo del Bàsquet Girona, para unir a ambos equipos en un autobús descapotable que los debía llevar hasta la Plaça del Vi de Girona.

A velocidad de crucero recorrió el autocar las calles de la ciudad catalana mientras la plaza se iba llenando poco a poco de gente y el rumor se convertía en gritos cuando los primeros representantes de la expedición entraban a pie en la plaza. El primero, Delfí Geli, presidente del Girona. Tras él, unos minutos después, la plantilla del baloncesto y más atrás la de fútbol.

Cristhian Stuani, en el centro de todos los focos, gran artífice de este ascenso. Autor del gol de penalti que encarriló la victoria en el Heliodoro ante el Tenerife (1-3). Uno de los hombres más felices, que no vivió el anterior ascenso hace cinco años, dándose un auténtico baño de masas camino del Ayuntamiento. Una fiesta presidida por una gran pancarta que lo resumía todo: “Som de primera” (somos de primera).

Tras esos momentos de euforia, la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, recibió en las instalaciones del consistorio a los protagonistas, mientras la celebración seguía en la plaza, amenizada por los ‘speakers’ de ambos equipos que hacían crecer la euforia desde el balcón.

Tras los actos protocolarios, los jugadores salieron también al balcón, algunos de ellos cargados con pistolas de agua para refrescar a los aficionados, mientras saltaban y jaleaban a los cientos de personas que llenaban la Plaça del Vi.

La anécdota de la jornada llegó justo antes del parlamento de la alcaldesa, cuando el público gritó un “que se besen” para zanjar las pequeñas rencillas entre Samu Saiz y Míchel, que no dudaron en abrazarse y firmar la pipa de la paz después de ese “payaso” que le dedicó el jugador al técnico al ser sustituido en un partido de la temporada.

Gasol y Stuani, protagonistas

Momento álgido también para Marc Gasol, otro de los grandes protagonistas de la jornada, ovacionado al salir al balcón del consistorio gerundense entre gritos de “¡MVP, MVP!”. "Hacia 14 años que no estábamos en esta categoría y compartir este momento con vosotros es aún más especial", dijo el pívot.

También fue aclamado Stuani se que se dirigió a los aficionados rojiblancos desde el balcón. “Queremos agradecerles por estar siempre a nuestro lado. Juntos somos más fuertes, nos hemos caído, nos hemos levantado, pero estamos ahí, en Primera”, dijo.

Después de los parlamentos, Nahuel Bustos se hacía con el micro para amenizar la fiesta al grito de “Girona entera se va de borrachera”, mientras la plaza se llenaba de confeti y Gasol y Stuani se abrazaban en una de las imágenes más icónicas de la celebración.

Algunos se resistían a abandonar el balcón mientras los actos debían continuar. Mientras el equipo de baloncesto se marchaba a casa, el de fútbol aún tenía la mitad de la fiesta por delante, con Montilivi esperando.

Después de un largo recorrido en el bus, la comitiva llegaba al feudo rojiblanco para el fin de fiesta, mientras aún seguían entrando aficionados. Más discursos, más comunión y una actuación musical dieron paso a los fuegos artificiales que daban por cerrada la ceremonia.