El Girona reconstruye su muro

Los 'gironins' ya casi ni se acordaban de cómo se celebraba una victoria. El Girona rompió su racha de once encuentros sin ganar ante el Mallorca (1-0) y se aleja de un descenso que, tras una segunda vuelta horrible, estaba empezando a convertirse en una pesadilla irremediable. Una de las grandes claves del triunfo de los de Míchel fue la defensa.

Stuani es la salvación del Girona

La última victoria del Girona hasta el pasado lunes fue un 2-1 contra Las Palmas en el partido disputado el pasado 3 de febrero en motivo de la jornada 22 de liga. Sin embargo, el conjunto catalán no conseguía cerrar un partido sin recibir gol desde bastante antes. Concretamente, desde la jornada 19, el 11 de enero, ante el Alavés (0-1).

Uno de los muchos problemas que ha presentado el equipo esta temporada es la debilidad atrás. Más allá de los problemas para marcar o para generar opciones en situaciones más posicionales, el Girona cometía errores en defensa impropios de un equipo que disputa la Champions League. Por ello, 15 jornadas han tenido que pasar para volver a registrar una portería a cero, la primera de la segunda vuelta.

La defensa, de nuevo decisiva

Sin Miguel Gutiérrez, que fue baja por lesión, el Girona mostró su versión más sólida ante el Real Mallorca, gracias al trabajo de cada línea. El primero de todos, Paulo Gazzaniga. El argentino no tuvo que intervenir en exceso, pero brilló en el momento justo, sacando un disparo lejano envenenado de Sergi Darder en el primer tiempo con una palomita sensacional. En el segundo acto, estuvo muy atento a los centros que buscaban la cabeza de Muriqi.

En los laterales, Daley Blind fue el encargado de suplir a Miguel y con su experiencia y sentido táctico resolvió con criterio la papeleta de medirse a futbolistas más rápidos que él como Pablo Maffeo o Antonio Sánchez. Por la derecha, Arnau Martínez limitó las 'aventuras' de Johan Mojica.

En el centro de la zaga, David López fue de los más destacados con un marcaje perfecto sobre Cyle Larin, que fue sustituido a los 72 minutos de partido después de no poder hacer ninguna acción de mérito. Junto a Ladislav Krejci, que mantuvo el listón de contundencia, frenaron muy bien al ataque balear.

El trabajo de Yangel Herrera, Arthur Melo e Iván Martín en la medular fue impecable, ayudando en todas las parcelas del campo, incluida la presión, que iniciaba un incansable Stuani y acompañaban dejándose el alma Portu y Tsygankov en las bandas.

Cambios bastante tarde

Míchel, viendo el nivel de concentración que tenían los suyos, no realizó cambios hasta el minuto 84 (Oriol Romeu por Iván Martín y Asprilla por Portu) y el 87', dando entrada a Miovski por Stuani. Tras el partido, explicó que fue porque "tenía miedo de que no entrasen al ritmo del partido, a veces cuesta coger el ritmo del partido rápido entrando desde el banquillo".

En los últimos minutos, el Girona mostró ciertos síntomas de nervios dando un paso atrás y permitiendo al Mallorca dar un paso adelante, pero pese a ello, el equipo se mantuvo duro atrás y no encajó un fatídico gol que habría significado el empate.