El Girona quiere continuar con la fiesta en San Mamés

Nadie quiere bajarse de la nube. Ni los jugadores ni la afición. El Girona afronta la siempre difícil salida a San Mamés con la moral por las nubes tras encadenar ocho encuentros sin conocer la derrota, con el pase para los octavos de final de la Copa del Rey incluido. Los discípulos de Eusebio se muestran confiados. Y cómo para no estarlo. 

El conjunto gerundense ha mostrado una fiabilidad a domicilio que asusta. De hecho, no pierde fuera de Montilivi desde la trágica derrota en Anoeta de la temporada pasada, cuando los pupilos de Machín perdieron la posibilidad de subirse al tren europeo. Un objetivo que en la presente temporada no está ni mucho menos descartado.

Y menos viendo el buen rendimiento que está teniendo el equipo, cogiendo velocidad de crucero a pesar de las muchas bajas que está acusando. No obstante, el Girona ha demostrado ser un equipo con fondo de armario suficiente como para competir en todos los partidos. Y el de San Mamés volverá a ser una nueva prueba de fuego. Ante la plaga de lesiones en el carril izquierdo sin nombres tan importantes como Mojica, Muniesa, Planas o Aday, Granell se perfila nuevamente como el reemplazo de emergencia, tal y como hizo ante el Atlético de Madrid.

Tampoco podrán estar disponibles para enfrentarse al Athletic Roberts y Bono, los últimos en caer en la enfermería de un Girona que necesitará a su líder indiscutible. Stuani sí estará presente en San Mamés. El máximo artillero del campeonato, con permiso de Messi, llega con la pólvora bien seca para seguir marcando diferencias.

Por sus botas, junto a las de Portu, pasarán buena parte de las opciones de un Girona que es uno de los pocos conjuntos de las grandes ligas que todavía no ha perdido fuera de casa. Tan solo Liverpool, PSG, Borussia Dortmund, Juventus y Torino ostentan ese honor.  

La lesión de Bono ha tenido un gran beneficiado: Iraizoz. El experimentado guardameta vasco volverá a la que fue durante muchas temporadas su casa. Y lo hará ante un rival que llega herido pero con la voluntad de volver a recuperar todo lo perdido hasta el momento. El Athletic, que llega con Garitano como nuevo técnico, quiere salir de la zona caliente de la clasificación y para ello deberá volver a la senda trazada en su último encuentro copero, en el que vapuleó al Huesca por un contundente 0-4.