Girona: los increíbles números de una revelación con mayúsculas

Carles Rosell

Si Machín decía que su equipo "es la hostia", lo hacía con conocimiento de causa. Porque sabe lo que se cuece en el vestuario, porque ve a sus futbolistas rendir a mil revoluciones en cada entrenamiento y partido, y también porque tiene ojos en la cara.

Con ellos, puede ver al Girona noveno, mucho más cerca de Europa que no del descenso. Algo impensable en verano. "A mí mismo me sorprende lo que estamos consiguiendo", decía ayer el técnico. A él y a casi todo el mundo.

Ahora ya es un hecho, corroborado con el 2-0 ante el Athletic. El de Montilivi se ha convertido, por méritos propios, en el equipo revelación de la máxima categoría. Y en su estreno en Primera, que le da todavía mucho más mérito. Los números mandan y dicen que el Girona es el segundo mejor debutante de la historia.

Han pasado 22 jornadas de Liga y el conjunto rojiblanco alcanza ya los 31 puntos gracias a los tres que se apuntaba este domingo en casa frente al Athletic, gracias a otra exhibición de puntería del uruguayo Cristhian Stuani.

Cifras casi imposibles de igualar e incluso de superar por ningún otro debutante. Lo conseguía el Numancia, la temporada 99/00, que también se alzaba con 31 puntos a estas alturas del campeonato. Uno más, 32, tenía el Almería hace una década, en el curso 07/08. Los andaluces, entrenados por Unai Emery, cerraron el año en una meritoria octava plaza y con 52 puntos. Peor le fueron las cosas a los sorianos; sí, se salvaron, pero lo hicieron por los pelos, ya que terminaron el curso cuartos por la cola con 45 puntos.

El descenso, cada vez más lejos

Otro dato. Si el Girona es la revelación, también lo es por su tremenda distancia con el descenso. Ha necesitado 22 jornadas para alejarse del peligro hasta los 14 puntos, todo un mundo y algo que deja la permanencia cada vez más cerca.

"Tenemos el 75 por ciento del trabajo hecho", se animaba a valorar Machín el domingo. Es el segundo equipo que es capaz de lograr una distancia así en su primera andadura en la élite. Antes lo había logrado el Albacete de Benito Floro durante la temporada 91/92. Un Albacete que, evidentemente, se salvó. Y sobrado. Los manchegos acabaron séptimos, muy cerca de Europa.

Pese a este escenario más que positivo, Machín invitaba a todos a ser prudentes. "Tenemos que tocar con los pies en el suelo", decía el fin de semana. Eso sí, esta jornada se enfrentará a todo un Sevilla en el Pizjuán en un partido en el que las posiciones europeas estarán en juego. Algo impensable en Montilivi hace unos meses.