Al Girona le valdrá otra hazaña

Los rojiblancos dominaron el partido, pero no consiguieron alterar el 0-0 inicial

El cuadro canario se salió con la suya, en su apuesta por defender el arco sin proponer

Resumen del Girona 0 - 0 Tenerife de la ida de la final del playoff de ascenso a Primera

Carles Rosell

El Girona necesita ganar la próxima semana en el Heliodoro Rodríguez López si quiere competir la próxima temporada en Primera. Vive el conjunto de Míchel una situación parecida a la de la anterior eliminatoria, cuando le tocó firmar una gesta en Eibar para alcanzar la final del playoff.

Girona-Tenerife

Playoff ascenso

0
0
Alineaciones
Girona
Juan Carlos; Arnau, Santi Bueno, Bernardo, Juanpe (Jairo, 79'), Valery (Ureña, 90+7'); Iván Martín, Pol Lozano, Aleix Garcia (Artero, 90+7'); Álex Baena (Samu Sáiz, 79'); y Stuani (Nahuel Bustos, 80').
Tenerife
Juan Soriano; Moore, Sergio González, León, Mellot; Mollejo (Pomares, 80'), Alexandre (Carlos Ruiz, 80'), Aitor Sanz, Bermejo (Andrés, 80'); Enric Gallego y Mario González (Elady, 61').

De nuevo tieso en Montilivi e incapaz de marcar un gol, esta vez ante un Tenerife más que defensivo, está obligado a marcar, y sobre todo a lograr la victoria, para subir. No hay más.

Jugó más. Jugó mejor que su rival. Dominó la posesión, a ratos sin apenas generar peligro, pero por momentos pisando área e incluso gozando de alguna buena ocasión para perforar la portería de Juan Soriano, salvador en el tramo final atajando un tiro de falta de Aleix García.

Pero el monopolio del partido no le sirvió al conjunto catalán para llevarse el gato al agua. Ante más de 11.300 almas, la mejor entrada en Montilivi desde antes de la pandemia, se coleccionaron más argumentos que ante el Eibar, días atrás, para celebrar algo más que un empate. Pero no hubo manera.

Los de Ramis cerraron con llave y se pasaron más de 90 minutos defendiendo. Algún contragolpe, alguna llegada como una carrera de Mollejo que salvó en el último instante Pol Lozano, pero nada más.

Tampoco es que el Girona protagonizara un asedio, pero mereció más. Incluso pudo haber marcado antes del descanso, en un pase de libro de Aleix para Baena, que se quedó solo y al que le sobró un control. Remató en las manos de Soriano cuando tenía toda la portería para él.

Los cambios de Míchel, tres de golpe con dibujo incluido, tampoco fructificaron. Ni la titularidad de Cristhian Stuani, anulado por los centrales y quien pasó desapercibido. Los minutos pasaron y no cayeron los goles. Parecía imposible. En una semana, el desenlace. Y ya sabe el Girona que tiene que afinar la puntería. Si no, no habrá ascenso.