El Girona se encharca en Ipurua ante su 'bestia negra'

El Girona sucumbe en Ipurua ante un Eibar superior

El Girona sucumbe en Ipurua ante un Eibar superior / LALIGA

Albert Gracia

Nueva 'masterclass' del Eibar en Ipurua. Otra semana más. Todos sabemos a qué juega. Pero los rivales de su liga caen una vez tras otra. Lo hizo el Espanyol y esta vez le tocó a un Girona que no entró en el partido en ningún momento y que se llevó una sonrojante derrota (3-0) gracias a Peña y al doblete de Charles. 

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Liga Santander

3
0
Alineaciones
Eibar
Dmitrovic; Rubén Peña, Ramis, Arbilla, Cote; Orellana, Jordán (Escalante, 66'), Diop (Álvarez, 83'), Cucurella: Enrich y Charles (Kike, 73').
Girona
Bono; Ramalho, Juanpe (Porro, 63'), Alcalá; Raúl Carnero, Aleix García (Lozano, 63'), Pere Pons, Granell (Douglas Luiz, 76'), Valery; Portu y Stuani.

El Eibar metió en el charco al Girona desde el arranque. Y no hablamos precisamente de la acumulación de agua que hubo en ciertas zonas de verde. Hablamos de jugar a fútbol, de someter al rival. El conjunto armero lo hizo desde un principio, algo que viene siendo habitual y muy difícil de neutralizar.

Eusebio sabía que en las bandas se iba a desatar la guerra y el Girona no ganó ni una batalla. Orellana, que estrelló un balón en la madera, y Cucurella, con un derechazo que se fue desviado, fueron los grandes artífices del buen hacer del Eibar en unos primeros minutos en los que crearon muchos problemas a una zaga debilitada por las bajas y las rotaciones.

Con el vendaval armero, el Girona se fue atrás y cerró los ojos como el niño que se mete debajo de las sábanas esperando que la tormenta escampe. Y, como siempre, tras la tempestad siempre viene la calma. El conjunto de Eusebio poco a poco fue ganando terreno y se acercó a la meta de Dmitrovic.

Juanpe tuvo la ocasión más clara de la primera mitad para los gerundenses pero su remate desde la frontal lo repelió el guardameta serbio. El Girona parecía que había mejorado pero una nube de tormenta reapareció en Eibar. Y lo hizo para quedarse. Peña se inventó un derechazo que entró por la mismísima escuadra para desatar la alegría en las gradas. Jarro de agua fría antes del descanso. 

En la reanudación, todo se oscureció y el Girona prácticamente salió al terreno de juego con el 2-0. Y es que Charles, en un gol 'made in Premier', aprovechó una prolongación de Enrich para picar el balón y salvar la salida de Bono. Resultado durísimo y quedaba toda la segunda parte.

Tras el tanto, el conjunto de Eusebio acabó de hundirse en el charco y cavó su tumba con un penalti de Ramalho que Charles se encargó de transformar. Con el rival noqueado, el Eibar aún pudo hacer más daño ante un Girona que marcó el gol del honor pero lo invalidó el colegiado por fuera de juego. Ipurua es un fortín.