El Girona despierta demasiado tarde en El Alcoraz

El Girona cae ante el Huesca por la mínima

SPORT.es

Dolorosa derrota del Girona en El Alcoraz, 1-0 con gol de Okazaki. A los de Unzué les costó entrar en el partido, pero tras una hora siendo dominados y ya uno abajo en el marcador, los catalanes hicieron méritos sobrantes para empatar. De hecho, lo lograron, pero el colegiado les privó de un punto al anular de forma más que dudosa un gol de Jonathan Soriano en el último suspiro. 

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Alineaciones
Huesca
Álvaro Fernández; Miguelón, Pulido, Josué Sá, Luisinho; Juan Carlos, Mosquera, Mikel Rico (Eugeni, 67'); Ferreiro (Javi Galán, 74'), Okazaki y Sergio Gómez (Seoane, 85').
Girona
Juan Carlos; Aday Benítez, Alcalá, Juanpe, Mojica; Diamanka (Granell, 57'), Gumbau; Gallar (Marc Gual, 57'), Samu Sáiz, Jozabed (Jonathan Soriano, 73'); Stuani.

La acción decisiva llegó a dos minutos del final, en un córner ejecutado desde la esquina derecha. Álvaro Fernández saltó para atrapar el cuero y, en una rápida y enrevesada secuencia, cayó al suelo tras chocar con una amalgama de compañeros y oponentes. Solo en el segundo palo y a puerta vacía, Soriano marcó a placer. El colegiado, no obstante, anuló la diana por falta sobre el arquero sin que se apreciara ninguna infracción con claridad. 

Esta polémica jugada llegó tras un segundo tiempo de dominio gerundense. Propulsados por la profundidad de Mojica en banda izquierda y la clarividencia de Manu Sáinz entre líneas, los rojiblancos llegaron con peligro en múltiples ocasiones sin gozar de ocasiones nítidas de gol. Por contra, en dos zarpazos, el Huesca estuvo a punto de sentenciar el choque. En ambas ocasiones lo impidió Juan Carlos, providencial durante todo el encuentro para mantener al Girona en el partido. 

Primero sacó una manopla salvadora para rechazar un zurdazo cruzado de Ferreiro. Y minutos después, el arquero voló para despejar un centro que Okazaki ya esperaba sobre la línea de gol -y que Mojica acabó estrellando en el palo en su intento de alejar el peligro-. 

Esclavos de un mal primer tiempo

Cuando todo esto sucedió, el Girona ya iba uno abajo en el marcador. El cuadro catalán quedó condenado en una mitad inicial muy floja. Sin ningún remate a puerta y apenas pisar campo rival, fue en la retaguardia donde los de Unzué mostraron su peores carencias. 

Las concesiones eran constantes. La defensa se mostraba poco contundente, los rivales siempre recibían en posición de peligro con tiempo para pensar y suyos eran todos los balones sin dueño. Todo esto fue aprovechado a la perfección por un Huesca agresivo y profundo, asfixiante en la presión sobre todo en el inicio. 

Suerte de la seguridad de Juan Carlos, que deshizo las intentonas iniciales de Ferreiro y Mikel Rico. Nada pudo hacer, sin embargo, el cancerbero cuando al filo del descanso Okazaki cazó a la media vuelta un balón suelto en el área y lo mandó a la escuadra en un precioso remate de tijera. Una definición muy plástica, pero tolerada por una zaga que le dejó controlar de espaldas y darse la vuelta. 

Al final, al Girona no le alcanzó con un último tercio de partido más que notable para igualar el marcador y suma su cuarta derrota en cuatro partidos lejos de Montilivi. A Juan Carlos Unzué se le acumula la faena.