El Girona descarrila ante el Oviedo y sigue en crisis

Stuani bastó para que el Girona retome la buena senda

Stuani bastó para que el Girona retome la buena senda / sport

Sergi Montes

No hay excusas que valgan con este Girona. Otro tropiezo más, este bajo los efectos de un juego pobre e indigno de semejante plantilla. Máxime, teniendo en cuenta que el rival era el Oviedo, uno de los peores conjuntos de Segunda. Con un poco de carácter y una llegada más o menos clara le bastó a los asturianos para sacar un punto de Montilivi, estadio que no es fortín y que empieza a estar cansado del rendimiento de su equipo. Ni la resaca copera, ni la depresión por los últimos resultados ni la acuciante presión justifican la decepción vivida ante los azulones. Y el efecto Martí debe ser sometido a examen: 18 puntos de 36 posibles, solo dos más que los firmados por Juan Carlos Unzué antes de ser cesado… tras perder en Oviedo por 4-2.

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Alineaciones
Girona
Riesgo; Maffeo, Juanpe, Ignasi Miquel, Mojica; Granell (Jozabed, 82'), Gumbau, Aday (Álex Gallar, 85'); Borja García, Jairo (Brandon, 71') y Stuani.
Oviedo
Lunin; Juanjo Nieto; Bolaño, Hernández, Mossa; Jimmy Suárez (Borja Sánchez, 62'), Luismi, Sangalli, Saúl Berjón (Ibra, 75'); Alfredo Ortuño y Bárcenas (Tejera, 46').

Entretenida, lo que es entretenida, no fue la primera parte. Todo lo contrario. El Girona asustó un par de veces, y el Oviedo se vio incapaz de hacerlo más allá de un posible penalti por mano de Mojica que ni el VAR ni Ais Reig consideraron como tal. Lo protestaron airadamente los carbayones. Stuani, en una de las que no suele perdonar, envió ligeramente alto un remate a pase de Jairo. Gumbau, buscando la misma escuadra, encontró idéntico resultado. Y ya. Un choque atropellado, trabado, un aburrir a las ovejas sin estímulos, esperando que pasaran cosas que nunca acababan sucediendo.

Un regalo de Gumbau no supuso el 0-1 de milagro. Mojica interceptó el pase de la muerte. El susto espoleó al Girona. Bueno, a Stuani. Quién si no. Falta de pizarra con golpeo magistral de GranellStuani se eleva por encima de todo y, como mandan los cánones, se saca un impecable testarazo marca de la casa. Golazo del de siempre. 19 dianas del talense en lo que va de temporada.

La apatía que arrastra el Girona le negó una mejoría en el juego a partir de la ventaja en el marcador. Peor si cabe. Una buena acción del Oviedo la culminó Tejera con un tiro cruzado desde fuera del área. 10 partidos seguidos encajando gol. El algodón no engaña.

Con el empate, el equipo de Rozada olió el miedo en los catalanes. Esa mezcla de ansiedad, de fantasmas y dudas por las cuatro derrotas en cinco partidos alimentó la ambición de un Oviedo que no se conformaba. Por vergüenza torera, llegó vía balones largos el equipo rojiblanco en el tramo final. En balde.