Cuando ganar fuera se convierte en obligación

Los de Míchel han logrado 10 triunfos a domiclio este año y tendrán que hacerlo en Tenerife para subir

El Girona se aferra a sus buenos números fuera de casa para seguir soñando en el ascenso

Michel en una imagen de esta temporada

Michel en una imagen de esta temporada / EFE

Marc Brugués

Las sensaciones que dejó el 0-0 de ayer frente al Tenerife fueron muy diferentes a las del primer partido con el Eibar, en que los nervios colapsaron los gerundenses.

Los de Míchel dominaron el partido de arriba abajo y disfrutaron de, pocas, sí, pero las mejores ocasiones de gol. Un partido muy completo hicieron los gerundenses, que merecieron algo más de suerte contra un señor equipo que vino a asegurar el empate y lo consiguió. 

El 0-0, pues, obliga el Girona a ganar imperiosamente en Tenerife. ¿Difícil? Sí. ¿Imposible? No. El conjunto gerundense ha sido el séptimo mejor visitante de la categoría en la liga con un balance de 26 puntos repartidos en 7 victorias, 5 empates y 9 derrotas.

De estos resultados, los empates y las derrotas, lógicamente, no servirían al Girona. Sí que lo harían las 7 victorias a las cuales hay que sumar dos más en Copa y otra en Eibar, en play-off. En total han sido 10 las victorias de los de Míchel este curso lejos de casa y, por lo tanto, repetir cualquier de estos resultados llevaría al éxito.

La decena de ejemplos se han recogido en Miranda (1-2), Fuenlabrada (1-2), Sanse (1-2), Huesca (0-1), Las Palmas (1-3), Almería (0-1) y Alcorcón (0-1), además de Puertollano (1-5) y Huesca (0-1) en Copa y Eibar (0-2) en play-off.

En Tenerife, mientras el presidente del Cabildo dijo que lo tenía todo a punto para la celebración del ascenso, el entrenador Luis Miguel Ramis trató de frenar la euforia después del 0-0: “El cementerio del deporte está lleno de equipos favoritos. Nosotros no lo somos”, dijo, prudente, tras la ida.