La falta de gol, un problema mayúsculo para el Girona

El conjunto rojiblanco apenas ha marcado seis tantos en nueve jornadas, la segunda peor marca de toda la categoría

Cristhian Stuani sigue lejos de sus mejores dígitos y apenas ha marcado dos goles, uno de penalti

Stuani celebra su tanto ante el Valladolid

Stuani celebra su tanto ante el Valladolid / laliga

Carles Rosell

Sin gol, no hay victorias. Y sin victorias, adiós alegrías. Sin apenas pólvora, este Girona no arranca. Se ha quedado atascado. Es un quiero pero no puedo y después de nueve jornadas, ocupa puestos de descenso por deméritos propios a la espera de una reacción que se hace de rogar. El sábado, prueba de fuego contra el Huesca en Montilivi. Volverá el público al estadio, que ya podrá llenarse. Ahora está por ver si se termina la sequía o si la poca presencia en ataque sigue en el orden del día.

Porque si ya remata poco el equipo de Míchel Sánchez, menos marca. Acumula seis goles. Muy pocos para estas alturas de la película. Es el segundo peor registro de todo el campeonato. Apenas supera la marca del Zaragoza, que lleva cinco. E iguala la media docena del Alcorcón, el colista. Los tres equipos, casualmente, están ahora mismo en el pozo y no viven, ni por asomo, su mejor momento.

Se ha quedado a cero demasiadas veces el Girona, incapaz de marcarle a la UD Las Palmas (0-0), Málaga (2-0), Oviedo (0-0) y Lugo (1-0). Son cuatro partidos de nueve sin perforar la portería contraria. En solamente uno, se marcó más de un gol. En el estreno, contra el Amorebieta en casa: 2-0. Después, un tanto al Sporting (1-2), otro al Valladolid y desde el punto de penalti (1-0), y uno más con el Almería (1-2)

Pesa y de qué manera la marcha de Mamadou Sylla, autor de once dianas la última temporada, en la que se convirtió en el pichichi del equipo. No ha llegado nadie para ocupar su puesto y el colectivo lo acusa. Tampoco Cristhian Stuani vive su mejor momento. Lejos están aquellos dígitos, históricos y suficientes para que el Girona se permitiera el lujo de depender de su olfato. Ha marcado dos goles el uruguayo, los mismos que Nahuel Bustos. También han visto portería Pol Lozano y Bernardo Espinosa.

Pero si no se chuta es casi imposible marcar. Y eso al equipo de Míchel le cuesta una barbaridad. Es de los conjuntos que más tiene el balón, que más pases da. Pero de los que menos remata. Son apenas 66 disparos, superando los 63 del Burgos, el que menos ha hecho hasta la fecha. Se encuentra a años luz del Eibar (103), Zaragoza (101) y Almería (92), los tres que ocupan el podio.

La primera prueba para intentar romper con esta estadística llega el sábado. Contra el Huesca y en casa. Un rival que no encaja muchos goles (9). Eso sí, chuta más que los catalanes: 75 disparos.