Borja García pone fin a una etapa

La puerta de salida está abierta de par en par y las bajas se acumulan en Montilivi. El próximo en hacer las maletas y cambiar de aires es Borja García, que pondrá fin a una etapa de cinco temporadas en las que se ha convertido en un referente tanto dentro como fuera del campo. Con contrato hasta el 2022, el madrileño ha decidido cambiar de aires y el Girona ha alcanzado un acuerdo con el Huesca, club que ha mostrado más interés en hacerse con sus servicios y donde se reencontrará con Pablo Maffeo. A expensas de los últimos detalles, la venta se cerrará por una cantidad cercana a los dos millones de euros.

Pierde talento la plantilla, pero el club recibe una cantidad de dinero que le vendrá de perlas para ajustarse al límite salarial, cuyo descenso esta temporada es considerable respeto este último curso. Por un lado, le sirve para liberarse de uno de los salarios más elevados de la plantilla. Por el otro, se llena algo más las arcas, sobre todo después de la venta de Bounou al Sevilla por cuatro millones de euros y de los dos y medio por el traspaso del Choco Lozano al Cádiz.

Tras unos días de negociaciones, el acuerdo es ya una realidad. Borja García pasó los pertinentes tests PCR y superó las pruebas tanto físicas como médicas de los primeros días de la vuelta al trabajo, pero este domingo no disputó ni un minuto del amistoso que el primer equipo disputó, y ganó, ante el filial (2-1) en Montilivi. Su adiós dejará huérfano el dorsal número 10 y no será el último.

Llegó al Girona en verano del 2015 procedente del Córdoba y tras un inicio algo irregular, el de Villaverde se convirtió en uno de los jugadores más determinantes en Montilivi. A lo largo de cinco temporadas ha disputado 192 partidos oficiales entre todas las competiciones, tiempo en el que ha marcado 18 tantos.