La asignatura pendiente del Girona

Al Girona le marcan muy fácil en LaLiga

Al Girona le marcan muy fácil en LaLiga / EFE

Carles Rosell

Cuando Machín llegó a Girona, el equipo necesitaba un milagro para salvarse. El técnico, el tercero que se sentaba en el banquillo de Montilivi esa temporada, decidió dar un giro de tuerca al dibujo. Aquel ya famoso 3-5-2 no fue la única novedad; también dio importancia al balón parado y, sobre todo, a la defensa.

Era imprescindible sumar y para hacerlo, la premisa número uno pasaba por no encajar goles. Lo había puesto en práctica en Soria y estaba dispuesto a hacerlo en esta nueva etapa. Así ha sido durante estos últimos cursos; los rojiblancos, en Segunda y con él al frente, casi siempre han sido de los conjuntos que menos han recibido a lo largo del campeonato. 

El salto de categoría añadía una dosis de dificultad al reto pero la intención era la misma: encajar cuanto menos fuera posible. A la hora de la verdad, las cosas no marchan como estaba previsto.

Números

A falta del partido de esta jornada ante el Espanyol, el Girona ha recibido ya 22 goles en 14 jornadas, además de los 3 que le marcó el Levante en la eliminatoria de Copa. Presenta, por lo tanto, una de las peores ocho cifras en defensa de la Liga.

Desde que arrancó la temporada, los rojiblancos solo han cerrado con candado su portería en dos de los dieciséis partidos oficiales que han jugado: un 1-0 ante el Málaga y el empate en Butarque (0-0). Y nada más. En seis ocasiones ha encajado un gol; dos los ha recibido cinco veces. Las tres restantes (ante Celta, Barça y Alavés) han sido tres las dianas en contra por encuentro.

Lo más llamativo es que hace casi tres meses que el Girona no cierra un duelo sin goles en contra encajando en los últimos once partidos oficiales. Fue en Leganés, un ya lejano 20 de septiembre, cuando lo logró por última vez.