Un arreón de más de diez puntos

La media de puntos con los que los equipos han bajado a Segunda en la última década se sitúa en 37, diez más de los que actualmente tiene el Girona. Para superar esta marca, los de Eusebio tienen tiempo por delante y los precedentes juegan a su favor

En el fútbol, difícilmente funcionan las matemáticas. La lógica carece de sentido y cuando menos te lo esperas, te sorprende. Un ejemplo, el 1-2 del Girona en el Bernabéu del domingo. Un resultado que, sobre el papel, parecía imposible que se diera. El peor y el mejor equipo del 2019 se enfrentaban y acabó ganando en primero. Una victoria que le ha venido de perlas al conjunto de Eusebio, que afronta lo que queda de campeonato con la moral cargada de nuevo. Queda trabajo por delante y la salvación no está garantizada, ni por asomo. Pero los precedentes juegan a su favor. Eso sí, tendrá que aportar su grano de arena lo antes posible. 

Salvación cara

Tal y como marchan las cosas en la parte baja de la clasificación, parece que este año la permanencia estará más cara que en las últimas temporadas. Hacer un cálculo aproximado es más bien imposible. Sin embargo, ayuda tomar como referencia los últimos años. Desde el 2009 hasta ahora, la media de puntos del último equipo que ha acabado bajando a Segunda es de 37. Por lo tanto, el Girona necesitaría un arreón de más de 10 puntos para conseguir el gran objetivo, que no es otro que jugar como mínimo un curso más en Primera División.

Ahora mismo tiene 27, por lo que le iría de maravilla sumar, al menos, cuatro victorias, aunque alcanzar la barrera de los 40 sería lo ideal. Sobre todo, teniendo en cuenta de que el Villarreal parece despertar y de que el Rayo no tirará la toalla de buenas a primeras. Ambos, ahora mismo, ocupan la antepenúltima y penúltima posición con 23 puntos cada uno.

Un precedente juega a favor del Girona. En la última década sólo hay un equipo que, teniendo 27 puntos a estas alturas de la temporada (disputada la jornada 24), acabó ocupando una de las tres últimas plazas de la clasificación. Se trata del Eibar 14/15. Empezó muy bien el año, pero lo terminó mal. Con 35 puntos y tercero por la cola, se acabó manteniendo porque el que bajó fue el Elche, por culpa de un descenso administrativo. Es el único caso en este lapso de tiempo; los demás equipos que vivían un situación calcada a la de los catalanes se salvaron.

Montilivi clave

Con 40 puntos en juego, el equipo tiene tiempo para abrazar estas cuatro victorias. El calendario le depara siete partidos en casa y otros siete a domicilio. Además, le tocará enfrentarse a algunos rivales directos por la permanencia como lo son el Rayo Vallecano, Leganés, Athletic, Espanyol, Villarreal y Levante.