Yates ataca, Bernal resiste

El ciclista británico pasa a la acción, gana la antepenúltima etapa del Giro pero solo le recorta 34 segundos a la ‘maglia rosa’

El líder se apoyó en el Ineos, se dosificó en la última subida aunque volvió a mostrar que ha perdido cierta frescura

Yates se llevó la etapa

Yates se llevó la etapa / Europa Press

Sergi López-Egea

Simon Yates era un libro abierto y su ofensiva la crónica de un ataque anunciado en Alpe di Mera. Al guion del Giro, en la antepenúltima etapa de la carrera, le quedaba por saber qué haría Egan Bernal, sin duda con menor frescura que en los grandes días que ha vivido por Italia. Era la gran incógnita y fue la ‘maglia rosa’, pese al cansancio aparente, que supo apoyarse en el equipo, dosificarse durante la subida final, no cebarse como le ocurrió el miércoles y cruzar la línea de meta cediendo tiempo pero salvando la primera plaza para tallar como mínimo el nombre propio de Egan en la copa que se entrega al ganador de la ronda italiana.

El error de Bernal en la etapa del miércoles cuando flojeó durante la subida a Sega di Ala fue responder a todos los ataques cuando lo más práctico, tal como hizo al no tener la necesidad de atacar, habría sido apoyarse en compañeros como Jonathan Castroviejo y Daniel Martínez. Que primero cedieran los gregarios, que ellos no van a por la general y a su rueda, como sucedió, intentar controlar sin desfallecer a un Yates que es ahora el ciclista más en forma y el único que puede arrebatar el Giro a Bernal, si el corredor colombiano entra en crisis en una última etapa alpina que es terrible en su recorrido con tres puertos de primera en los últimos 80 kilómetros.

Yates pasó a la acción como todo el mundo, dentro y fuera de Italia, intuía. Atacó a 6 kilómetros de la cumpre de Alpe di Mera sin obtener respuesta de Bernal que se refugió tras las ruedas amigas de Castroviejo y Martínez. Hasta dejó que se fuera Damiano Caruso, segundo de la general, al que capturó poco después para arañarle otros 8 segundos, bonificación incluida, en la línea de meta.

Bernal solo actuó cuando su compatriota Martínez dijo basta para controlar a Yates, sin ceder nunca más de 30 segundos, y llegar a la cima a solo 28 del ciclista inglés (34 segundos con la bonificación), un resultado que tal como están las cosas tuvo una lectura muy positiva para la ‘maglia rosa’, un día más de competición y uno menos para llegar a Milán, sabedor el líder del Ineos que ninguno de sus perseguidores es un genio en la contrarreloj, por lo que la lógica indica que si hoy no pierde los papeles ya tendrá el Giro 2021 en el bolsillo.

Pero le queda sufrir. Y mucho. Bernal sabe que tiene que resistir porque Yates no se conformará con ir a rueda. Ya ha visto que él es el más fuerte después de pasarse buena parte del Giro escondido, al menos hasta el Zoncolan. Yates es un corredor al que no le gusta el frío a pesar de ser británico y estar acostumbrado a entrenar entre las bajas temperaturas invernales de Andorra, donde como tantos otros ciclistas profesionales ha fijado su residencia.

Por si fuera poco, Yates tiene ahora la segunda plaza a solo 20 segundos y también es una posición apetitosa, aunque a Bernal como a las grandes figuras le da absolutamente lo mismo el rostro de las dos personas que el domingo lo vayan a acompañar en el podio de Milán siempre y cuando resista en la última entrega alpina.

Queda emoción y al menos 164 kilómetros, sin contar los 30 de la contrarreloj dominical, para mantener cierta intriga. Bernal puede estar tocado pero no hundido. Ni mucho menos.