Roglic 'rompe' el Giro con una crono de película

Primoz Roglic durante la crono que terminó ganando

Primoz Roglic durante la crono que terminó ganando / AFP

Sebastián Vargas Rozo

Faltarán los adjetivos en la prensa para describir lo hecho por Primoz Roglic en la llegada a San Marino. El esloveno del Jumbo-Visma venció a rivales y condiciones climáticas por igual para coronarse en la crono de la novena etapa del Giro de Italia, quedando ahora segundo en la general y dejando todo de cara con vistas a su coronación como favorito.

Tiempos como los de Bauke Mollema, Vincenzo Nibali o Victor Campenaerts quedaron hechos añicos con los pedalazos del primer líder de esta edición 102 de la ronda italiana que hoy comanda Valerio Conti, quien mantuvo la 'maglia rosa' con un tiempo de 55'26''.

Parecía imposible lo que terminó consiguiendo Roglic. Primero porque, con todos los ojos puestos en el último lote de corredores, Campenaerts aprovechó para dar el zarpazo tempranero. Y eso que el campeón europeo de cronos y dueño del récord de la hora tuvo líos con su bicicleta: tuvo que cambiarla en la montaña, aunque ello no le impidió llegar al 52'03''.

Y segundo por la terrible lluvia que cayó sobre el camino entre Riccione y San Marino. No hubo caídas al no tener curvas tan peligrosas, pero sí que hizo presencia la carretera mojada para dificultar las maniobras. En una etapa clave para mover la general previo a la jornada de descanso no podían permitirse errores como los de Simon Yates, con unos fenomenales tiempos intermedios y totalmente desinflado a la llegada final.

Así iban pasando los hombres que fallaban al blanco del rápido Campenaerts mientras él los veía con tranquilidad. Bob Jungels cerró una espectacular rodada y solo pudo quedarse a 1'05''. Tanel Kangert, por ejemplo, se quedó a 59''. Vincenzo Nibali, gran favorito y de excelsa crono, estuvo a 54''. Bauke Mollema, otro con buena presentación, finalizó a 49''.

Todo hasta que llegó Primoz Roglic para romper la crono y el Giro. El esloveno confirmó todo lo que se hablaba de él y su poderío ya confirmado en los primeros días en los que vistió la 'maglia rosa'. Sus intermedios no fueron tan buenos, pero se guardó lo mejor para al final sacarse un apoteósico 51'52'' que quiebra el molde. A la vuelta de la jornada de descanso se verán las consecuencias de su tiempazo.