Primera ‘volata’, primera sorpresa

El belga Tim Merlier sorprende a los principales velocistas y se anota el triunfo en la segunda etapa del Giro

Los favoritos rodaron con tranquilidad y solo Ganna y Evenepoel decidieron pelear por las bonificaciones

Merlier, durante el esprint en Novara

Merlier, durante el esprint en Novara / EFE

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Las ‘volatas’ del Giro nunca se han preparado para los ciclistas españoles. Por los siglos de los siglos la presencia hispana siempre ha mirado a las montañas; a los Apeninos, a los Abruzos, a los Dolomitas o a los Alpes de Piamonte. Así que hasta resultó extraño ver hoy a los corredores del Movistar, el equipo que lidera Marc Soler, en la zona de preparación de un esprint, que ganó el belga Tim Merlier:  primera etapa en línea y primera gran sorpresa porque, evidentemente, el corredor del Alpecin, el equipo del ausente Mathieu van der Poel, no era el principal favorito entre la nómina de velocistas que se han apuntado a la carrera.

Como era de esperar tampoco hubo cambios en la clasificación general que sigue liderando el corredor italiano Filippo Ganna, con tres segundos más de premio gracias a su habilidad por bonificar durante la etapa.

Se trataba de la típica jornada donde lo importante era llegar a meta sin sobresaltos y sin perder tiempo por culpa de un corte de última hora en el pelotón o de una maldita caída que pusiera cuesta arriba todos los planes y todos los sueños, mejor si son en rosa, dispuestos para este Giro.

Por esta razón anduvo Soler tan arriba y tan despejado en los kilómetros finales. Delante, a una distancia prudente de los velocistas, siempre es mejor colocarse porque el peligro disminuye y porque, de este modo, además, se pone de manifiesto que estás en el Giro corriendo concentrado y con intenciones de brillar en la carrera.

El brillo en los esprints, en las famosas ‘volatas’ del Giro, nunca ha sido lo fuerte de los españoles. Hace nueve años Fran Ventoso, hoy retirado, consiguió la última victoria española en este tipo de etapas de la ronda italiana. Ventoso recompensó al Movistar, tal como había hecho un año antes, en 2011, en el Giro que no fue la obra perfecta de Alberto Contador, pese a llegar de rosa a Milán donde le pusieron por megafonía el himno español con la letra de José María Pemán. Contador lo perdió por los daños colaterales derivados de un solomillo que nunca debió probar en la jornada de descanso del Tour de 2010, que también le borraron de su palmarés a pesar de acabar vestido de amarillo en París.

Y en 2011, hoy hacía 10 años, se mató el corredor belga Wouter Weylandt después de perder el control de la bici en el descenso del Passo del Bocco e impactar contra un muro. El Giro lo homenajeó en la salida de la segunda etapa.

Desde entonces el dorsal 108, el que llevaba Weylandt en el momento de su muerte, ha sido retirado. Nunca más nadie correrá con este fatídico número enganchado a su espalda o colocado en el cuadro de la bicicleta.

En 2020, en el Giro que se trasladó de la primavera al otoño por culpa del covid, no hubo victorias de etapa españolas. Fue Pello Bilbao, un año antes y por partida doble, el que subió dos veces al podio, dos triunfos que le sirvieron al ciclista de Gernika para que le cogiera cariño al Giro donde acude como algo más que el principal ayudante de Mikel Landa en el Bahrein.

Hoy era día para correr en calma y para no dejarse ver, a no ser que se tenga 21 años y se lleve como nombre y apellido el de Remco Evepenoel que tampoco quiso privarse de bonificar dos segundos. ¿Está solo en el Giro para ayudar a Joâo Almeida y coger forma tras su regreso a la competición? En dos días de carrera parece decir todo lo contrario, pero queda mucho Giro por delante.