El Landismo revive: Mikel Landa pone rumbo al Giro 2025 con un objetivo entre ceja y ceja

Mikel Landa dispara la ilusión en la previa del Giro de Italia 2025. ¿Podrá volver a pelear con los mejores?

Mikel Landa, a por todas en el Giro

Mikel Landa, a por todas en el Giro / EFE

David Boti

David Boti

Mikel Landa encara el Giro de Italia 2025 con una motivación intacta y un propósito claro: volver a pelear entre los mejores. El Landismo, esa fe inquebrantable en su talento y en sus gestas épicas, vuelve a encenderse a las puertas de la gran cita italiana.

Después de una temporada 2024 de luces y sombras, Mikel Landa vuelve a situar su brújula en uno de sus territorios más naturales: el Giro de Italia. Con 35 años, en las filas del Soudal Quick-Step, el corredor vasco no solo busca reencontrarse con su mejor nivel, sino también devolver al Landismo esa chispa de esperanza que nunca se ha apagado del todo entre sus fieles seguidores.

Landa lo ha dicho claro en una entrevista con los compañeros de 'A pie de puerto': "Sueño con volver al podio del Giro". Un mensaje cargado de ambición, pero también de experiencia. No es una declaración al azar.

El de Murgia sabe lo que implica sobrevivir a tres semanas de batalla, y entiende que este Giro 2025, con alta montaña concentrada en la segunda y tercera semana, puede ser terreno propicio para su perfil: escalador puro, resistente y sin miedo a la fatiga acumulada.

En su nuevo rol dentro del Soudal Quick-Step, Mikel contará con margen suficiente para disputar la clasificación general. A diferencia de ediciones anteriores donde las dudas tácticas condicionaron su desempeño, esta vez todo apunta a un liderazgo claro en la carretera.

La estructura del equipo, reforzada con nombres solventes en montaña, apunta a protegerlo en los momentos decisivos.

"Tendremos un bloque sólido y yo quiero estar ahí delante. Después, la carretera pondrá a cada uno en su sitio"

Mikel Landa

— Ciclista

El recorrido, diseñado con menos kilómetros de contrarreloj y más etapas de altitud acumulada, también juega a su favor. Cumbres como el Stelvio, el Mortirolo o el Monte Grappa, decisivas en la tercera semana, son lugares donde el Landismo puede resurgir con fuerza si Landa llega entero.

La estrategia será clara: minimizar pérdidas en las cronos y atacar sin reservas en la montaña.

Mikel Landa será uno de los aspirantes a disputar la general del Giro

Mikel Landa será uno de los aspirantes a disputar la clasificación general de la Vuelta a España. / EFE

El recorrido del Giro 2025, con varias etapas de alta montaña y cronos equilibradas, parece favorable para sus características. "Me gusta el diseño, hay días muy duros en la tercera semana y eso suele beneficiarme. Si llego bien, creo que podré luchar por cosas importantes", añadió, en referencia a su conocida habilidad para los esfuerzos largos en alta montaña.

Pero más allá de la estrategia y los números, el Giro 2025 ofrece algo que siempre ha movido a Mikel Landa: el componente emocional. La posibilidad de volver a ilusionar, de atacar desde lejos, de resistir cuando las piernas dicen basta. El Landismo no se mide solo en resultados; se mide en gestos, en valentía, en ese aroma épico que Landa siempre lleva consigo cuando encuentra su mejor versión.

¿Puede Landa soñar con la maglia rosa? Difícil, pero no imposible. Sin Pogacar ni Evenepoel en la línea de salida, el abanico de candidatos se abre. Roglic, Ayuso, Carapaz, Hindley... grandes nombres, sí, pero Landa sabe que en el Giro las sorpresas están a la orden del día. Si llega sano y encuentra su ritmo en las etapas decisivas, el Landismo puede volver a escribir un capítulo inolvidable.

De momento, la mecha está encendida. El Landismo revive, y Mikel Landa, con serenidad, ambición y la complicidad de sus incondicionales, se dispone a afrontar un Giro de Italia donde todo parece posible.