Giro exigente con la incógnita de Chris Froome

Froome y Viviani, en la presentación del Giro en Milán

Froome y Viviani, en la presentación del Giro en Milán / AFP

Jonathan Moreno

Con Chris Froome como principal protagonista, se desveló ayer en Milán el recorrido oficial de la 102 edición del Giro de Italia. El británico, vigente campeón de la Corsa Rosa, todavía no ha valorado si disputará o no la prueba. Todo parece indicar que el gran dominador del ciclismo mundial en los últimos años centrará sus esfuerzos en la preparación del que será su décimo Tour de Francia.  

El Giro recupera su esencia, si es que alguna vez la había perdido. La montaña volverá a ser protagonista con hasta siete llegadas en alto y pasos por colosos míticos de los Dolomitas como el Paso di Gavia, siempre vinculado a la legendaria etapa del 88 donde la nieve convirtió la jornada en un auténtico infierno para la serpiente multicolor. Y es que el decimosexto día de competición será para agarrarse los machos. Al margen de la ascención al Gavia, los ciclistas deberán afrontar las exigentes rampas del Mortirolo, otro de los puertos que forman parte de la historia. “La etapa es bestial, también porque llega después de un día descanso, por lo que todos los grandes campeones tendrán energías para lucirse”, dijo Froome.

Inicio suave

Con Bolonia como escenario del prólogo, la primera semana de la Corsa Rosa será pasto ideal para los velocistas. Elia Viviani querrá reivindicar ante los suyos que se encuentra entre los mejores ‘sprinters’ del momento. 

La organización rendirá homenaje a un italiano ilustre como Leonardo da Vinci en el quinto centenario de su fallecimiento. Los corredores también pasarán por L’Aquila, en los Abruzos, diez años después del terremoto que provocó 309 muertos y miles de heridos.

Fausto Coppi también tendrá su dedicatoria especial en la duodécima jornada, primera de montaña. Doble ascensión al Muro de Acaja, 20% de pendiente, y escalada al Montoso de primera categoría. El pentacampeón del Giro fue protagonista en 1949 con una fuga histórica que le permitió rubricar el que era su tercer título. 

La contrarreloj dispondrá de su cuota en la edición de 2019. Al margen del prólogo inicial, 34,7 kilómetros en la novena etapa con llegada a San Marino. El Giro concluirá en Verona con otra jornada de cronómetros que será decisiva.