Caleb Ewan se desahoga en una etapa interminable

Caleb Ewan celebrando su triunfo en Pesaro

Caleb Ewan celebrando su triunfo en Pesaro / AFP

Sebastián Vargas Rozo

La venganza se sirve en plato frío. Fueron siete los días en los que Caleb Ewan (Lotto-Soudal) vio como Pascal Ackermann, Elia Viviani o Fernando Gaviria se llevaban los sprints en los que él era favorito, pero se quedaba siempre a las puertas. En Pesaro revirtió la historia y ganó sin discusión la octava etapa del Giro de Italia por delante del alemán y del italiano.

Y es que resultó absolutamente perfecta la ejecución del australiano para sacar ventaja en la curva final donde Ackermann quedó 'pegado' y Viviani sin gas. El hombre del Lotto-Soudal no quiso echar por tierra el esfuerzo de su equipo para evitar quiebres en el interminable recorrido de la etapa, lo que le valió para salir por delante y sin contestaciones hacia la línea de meta en Pesaro.

En cuanto a la clasificación de la general, la brecha final de los tres kilómetros le permitió a Valerio Conti (UAE Team Emirates) mantener la 'maglia rosa' con ventaja sobre el muricano José Joaquín Rojas (Movistar), segundo clasificado en la tabla.

Casi 240 kilómetros de recorrido marcaron el camino con salida en Tortoreto Lido en lo que es la más larga de las 21 etapas. Con un sendero que marcaron los altibajos, Damiano Cima (Nippo Fantini) y Marco Frapporti (Androni) fueron los fugados que comandaron todo desde un comienzo, llegando a liderar con más de seis minutos de ventaja y por poco más de 200 kilómetros de competencia.

Entre ambos se repartieron las victorias en los sprints intermedios: Senigallia fue para Cima y Calcinelli para Frapporti, que repitió también con premio de montaña de tercera categoría en el Monte della Mattera. Monteluro y Gabicce Monte, ambos de cuarta, fueron para el dueño de la 'maglia azzurra' Giuliano Ciccone (Trek-Segafredo), más afianzado que nunca como amo y señor de las cotas transalpinas.

Con el último descenso en marcha, asustaba mucho el clima que caía sobre la meta en Pesaro. No obstante, las serpenteadas curvas y el pavimento húmedo no pudieron ahuyentar las estrategias de equipos como Lotto Soudal, el Mitchelton o el Bora, todo para que al final fuese la escuadra belga la que tomara a dos manos el triunfo.

La etapa de mañana será una contrarreloj individual de unos 35 kilómetros para recorrer entre Riccione y San Marino. Los 22 primeros corresponden a un ascenso parsimonioso para caer en Faetano, donde se cerrará el recorrido con una fuerte inclinación de 12 kms.