Todos contra Froome en un Giro diferente

Froome, en la rueda de prensa previa al arranque del Giro

Froome, en la rueda de prensa previa al arranque del Giro / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Numerosos alicientes adornan la 101ª edición del Giro que hoy arranca en Jerusalén. Será la primera vez que una de las tres grandes empiece fuera de Europa: los 176 corredores (será el primer Giro con ocho corredores por equipo) afrontan 3.562 kilómetros con más montaña que contrarreloj y que deben servir para confirmar o desmentir la hegemonía de Chris Froome en el panorama mundial. 

El ciclista británico del Sky acapara todas las miradas: su positivo por salbultamol en la Vuelta sigue sin resolverse. Mauro Vegni, director del Giro, prometió que el resultado de la carrera se respetará, independientemente de una hipotética sanción a Froome más adelante. El británico buscará encadenar la victoria en las tres grandes, una hazaña que nadie logra desde que lo hicese Bernard Hinault. 

“Participar en el Giro es una decisión que tomé con el equipo durante el invierno. Ha pasado casi una década desde que hice el primer Giro en el país que me dio la bienvenida como neoprofesional, con el Barloworld, y estoy listo para intentar ganar”, expresó Froome. Entre sus rivales destacan el ganador del año pasado, Tom Doumolin (Sunweb), el italiano Fabio Aru (UAE) y el francés Thibaut Pinot (FDJ)

más montaña que contrarreloj

El Giro empieza con una crono individual por las calles de Jerusalén de 10,1 kilómetros. Se prevén temperaturas muy altas, de casi 40 grados. Los especialistas contra el crono intentarán marcar las primeras diferencias, porque solo tendrán otra oportunidad para hacerlo, en la 16ª etapa (una crono de 34,5 kilómetros con final en Rovereto). 

La alta montaña empezará a dejarse notar el próximo jueves, con la primera llegada en alto, en el mítico volcán Etna (Sicilia).

Tres días después, la carrera llega a Gran Sasso (‘la gran piedra’), en el corazón de los Apeninos. Para la etapa 14ª se reserva uno de los gigantes, el Zoncolan, final de etapa de la primera etapa alpina, con un total de cinco puertos de montaña. Al día siguiente (20 de mayo), rumbo a los Dolomitas en otra jornada de infarto, con cinco cumbres y final en Sappada. 

Tras un día de descanso, el Giro volverá con la crono de Rovereto antes de las últimas etapas decisivas: se prevé especialmente interesante la del 25 de mayo, la etapa reina, con final en el monte Jafferau, tras subir la Cima Coppi y Sestriere. 

La montaña se despedirá del Giro en la penúltima etapa, con tres puertos (Col Tsecore, San Pantelón y Cervinia) concentrados en los últimos 90 kilómetros en el valle de Aosta. La carrera terminará en Roma el 27 de mayo con un circuito de 11,5 kilómetros que los supervivientes completarán diez veces.

Movistar, una incógnita

El equipo Movistar llega al Giro sin sus grandes referentes (no estarán Alejandro Valverde, Nairo Quintana, Mikel Landa ni Marc Soler), pero con un equipo joven y en el que destaca la presencia de los corredores colombianos y del ecuatoriano Richard Carapaz, ganador de la Vuelta a Asturias.

Teóricamente, el jefe de filas será Carlos Betancur. “Mentalmente llego a tope y con la idea de luchar con los mejores”, expresó el colombiano. “Venimos con un equipo muy joven, pero como siempre queremos llevar este maillot lo más arriba posible en la general y pelear con las etapas. Para mí, venir al Giro es hacerlo a la carrera que más me gusta”.

Por su parte, Carapaz empezará con el objetivo de ganar alguna etapa después de su reciente preparación en altura en Ecuador.

Dayer Quintana, hermano de Nairo, también ha preparado el Giro en su país. Viene de participar en el Tour de Romandía, donde estuvo mermado por una enfermedad, y confía en meterse en una buena escapada para ganar alguna etapa.