ENTREVISTA a la dupla
'Del cielo al infierno', la última obra de la fructífera alianza entre Spike Lee y Denzel Washington: "Me inspira este anciano, sigue comportándose como lo haría un niño en una tienda de golosinas"

Denzel Washington en 'Del cielo al infierno'.
Nando Salvà
Spike Lee no quiere ninguna de sus películas inspire a algún otro director a hacer un 'remake'. “Al menos mientras yo esté vivo; cuando haya muerto, que hagan lo que quieran”, nos cuenta por videoconferencia. Sentado a su lado, Denzel Washington lo interrumpe: “Vamos, hombre, mójate, dinos qué película tuya podría ser objeto de un 'remake', y quién debería dirigirla”. Presionado, Lee responde: “Me encantaría ver una nueva versión de ‘La última noche’ (2002) dirigida por mi hermano Martin Scorsese”. Inmediatamente, Washington zanja el debate: “Todos los grandes directores, y Spike lo es, deberían estar abiertos a la interpretación o reinterpretación. De hecho, inspirar a otros artistas es buena parte de lo que los hace grandes”.
La discusión es pertinente porque, a pesar de la postura del cineasta al respecto, ahora él y el actor estrenan en AppleTV+ la nueva película que han hecho juntos, ‘Del cielo al infierno’, que no es sino una nueva versión de la intriga criminal ‘El infierno del odio (1963), dirigida por el japonés Akira Kurosawa y protagonizada por un magnate que se enfrenta a un espantoso dilema moral cuando, en vísperas de un acuerdo financiero de gran importancia, el secuestrador que iba a raptar a su hijo se lleva por error al hijo de su chófer.
Lee, que considera al director japonés uno de sus referentes -“de hecho, para rodar ‘Nola Darling’ (1986) me inspiré en una de sus obras maestras, ‘Rashomon’ (1950)”, recuerda- traslada el relato a una Nueva York contemporánea marcada por fuertes divisiones de clase y raza, y convierte a su protagonista en un productor musical -en la película original, ambientada en Yokohama, el personaje encarnado por Toshiro Mifune era un empresario zapatero-, pero plantea la misma cuestión que su predecesora: ¿debería ese hombre echar por tierra su plan comercial para salvar a un chico que no es de su familia?
“He respetado el espíritu de la película original y le he dado una vuelta”, explica el director neoyorquino. “En ese sentido, podría decirse que he hecho lo que los músicos de jazz llevan haciendo toda la vida: tomas una pieza clásica y la aderezas echándole tu propia salsa; eso mismo son la versión que John Coltrane creó de ‘My Favorite Things’ y la de ‘My Funny Valentine’ que se inventó Miles Davis”.
En todo caso, lo que ofrece ‘Del cielo al infierno’ es menos un homenaje al maestro japonés que un compendio de los temas que han interesado a Lee a lo largo de su carrera: la Gran Manzana, los New York Knicks, el hip hop, el arte creado por la comunidad negra y el conflicto entre la integridad creativa y el comercio. Su protagonista, además, no es sino otro personaje en la filmografía del cineasta obligado a plantearse si es capaz de hacer lo correcto. “El objetivo es que los espectadores acaben de ver la película y se pregunten: ‘¿Qué haría yo en esa misma situación?’”.
‘Del cielo al infierno’ supone su quinta colaboración con Washington, lo que convierte su relación en una de las asociaciones creativas entre director y actor más fructíferas que Hollywood ha dado en mucho tiempo: se ha prolongado a lo largo de tres décadas y media, y ha explorado numerosos aspectos esenciales de la comunidad afroamericana. “Ambos nos sorprendimos al descubrir que ya habían pasado casi 20 años desde que rodamos ‘Plan oculto’ (2006), y nos dimos cuenta de que en ese tiempo no hemos perdido nuestra complicidad lo más mínimo”, afirma Lee. “Denzel es el mejor actor vivo del mundo”, añade; su filmografía compartida se completa con ‘Cuanto más, mejor’ (1990), ‘Malcolm X’ (1992) y ‘Una mala jugada (1998). “Me inspira este anciano que tengo al lado, sigue comportándose como lo haría un niño en una tienda de golosinas, y el entusiasmo infantil que siente por su trabajo me inspira y me contagia”, bromea Washington.
En una de las escenas más memorables de ‘Del cielo al infierno’, el actor se marca una espontánea pelea rapera con el mismísimo A$AP Rocky que sin duda será recordada como uno de sus momentos interpretativos más icónicos, y que ilustra a la perfección uno de los temas principales que se tratan a lo largo de su metraje. “También es una historia sobre la desconexión que las viejas generaciones sentimos respecto al mundo moderno”, comenta Lee. “A un lado sitúa al viejo pistolero y, al otro, al novato que intenta destronar al rey. Es puro Shakespeare”.
La película, asimismo, refleja también los sentimientos encontrados que las nuevas tecnologías generan en su director. “No quiero sonar como un abuelo, pero corremos el riesgo de ser idiotizados por ellas. ¿Y qué hay de la educación que imponen en nuestros hijos? Hoy en día los estudiantes se sirven de la inteligencia artificial para hacer sus trabajos académicos; la creatividad y el arte, y hasta el alma humana, corren el riesgo de ser reemplazados por máquinas. Tal vez haga otra película sobre ello”.
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Vía: El Periódico
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