Xavi Daura: "Sin el fútbol igual tendríamos una guerra civil cada semana"

Xavi Daura presenta su primera novela, 'Bravo'

Xavi Daura presenta su primera novela, 'Bravo' / Instagram

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Xavi Daura es miembro del dúo cómico Venga Monjas y ha colaborado en programas como APM? o Museo Coconut. Ahora publica su primera novela de ficción ‘Bravo’, la historia de un seleccionador muy peculiar.    

La gente te conoce  por tu trabajo como humorista en Venga Monjas;  a muchos les sorprenderá  que hayas escrito una novela sobre un seleccionador de España inventado...

Puede ser. Pero en realidad el personaje da para inventarte historias de pura comedia. Porque es un tío que lo hace todo muy por sus huevos. Una cosa muy de aquí, muy española. Que se esfuerza para que parezca que nunca duda. Que ha triunfando como futbolista y que luego se ha pasado a los banquillos. Pero que  cuando le proponen ser seleccionador de España le coge un jamacuco. 

“Mi vida ha sido una serie imparable de buenas decisiones tomadas desde mis cojones”, asegura....

Sí, a él le gusta verse así hasta que vive su primera crisis existencial  cuando le proponen ser seleccionador de España, pero como cuarta opción. Que es una idea que me vino el año pasado, porque mientras estaba escribiendo el libro echaron a  Lopetegui. Me interesaba el rollo psicológico de ser escogido como segunda opción para algo tan importante.

“Tengo el trabajo más importante al que puede aspirar nadie en este país”, es una frase que podría afirmar el mismo Torrente....

Así es [risas]. Como el fútbol tiene un peso tan importante en este país, el personaje se lo toma muy en serio. Pero eso del trabajo más importante también lo creo yo. Porque, sinceramente, el seleccionador tiene que aguantar mucho más escarnio que el presidente de España. 

¿Por qué tiene tanta importancia el fútbol en España?

Pues investigando para el libro me he ido dando cuenta de que el fútbol tiene algo muy útil para desfogarse. Para sacar los malos sentimientos fuera y luego está la parte épica que engancha mucho. A veces se ha bromeado un poco pero, si no fuera por el fútbol, igual tendríamos una guerra civil cada semana.

¿Los futbolistas tienen que ser ejemplo de algo?

Yo creo que es algo que se ha creado desde que existe el fútbol; existe esa mitificación de los jugadores como gente que está por encima del bien y el mal.  Pero para mí no se debería tener tan en cuenta la vida personal de los jugadores ni  tomarles como ejemplo de todo. Los veo más como ejemplo de superación de algo físico pero poco más. Se les pone esa responsabilidad, como de faros de algo, que si lo piensas es algo bastante loco.

Lo interesante del personaje son sus contradicciones; va de ‘echao palante’, pero lleva en secreto como Tony Soprano que va a terapia... 

Esa es la parte que me parecía más interesante y que he ido viendo según escribía. Al principio lo planteaba como un personaje para meterlo en situaciones de risa y ver cómo evolucionaba eso. Pero me fui dando cuenta de que también se podía explorar el lado más humano. Documentándome con gente como el periodista Ramon Besa vi que en los últimos años se había incrementado la figura del psicólogo en el fútbol.  Y entonces exploté mucho esa parte.

También tratas el amarillismo y el patetismo que rodea al mundo del fútbol....

Claro, es que más que de fútbol el libro trata sobre la cara mediática del fútbol. Que algunas veces parece algo divertido, pero en otras da un poco de miedo y te lleva a extremos de delirio total.  El caso del programa ‘El Chiringuito’ me parece un buen ejemplo de un tipo de periodismo-entretenimiento muy interesante y muy rico en locura [risas].

¿Te parece tan interesante por lo que ocurre en el programa o por lo que dice de nosotros como espectadores?

Bueno, porque  creo que genera un microuniverso muy determinado. Que juega entre lo épico y la risa. Y juega muy bien en esa fina línea. Porque además de lo esperpéntico de ciertos colaboradores, se genera como momentos de mucho grito y de mucha pelea de bar, que yo creo que es algo muy real. Y que por eso el programa tiene éxito. El asunto es que estéticamente el programa está hecho de una manera muy original. Audiovisualmente es un programa muy interesante. Si te tomas lo que está pasando ahí como una especie de ficción, es como estar viendo una peli de Marvel. 

El protagonista de la novela termina definiendo el fútbol como “una propaganda  heroica, una patraña, un imaginario infantil de un patio de colegio”...

Es su manera de reconciliarse un poco con el fútbol. Se reconcilia porque gracias a la terapia se da cuenta del paso que hay entre el niño que juega a fútbol,  que quiere ganar a toda costa y se profesionaliza, y el hombre hecho y derecho que se da cuenta de que la idea de ganar no es tan importante como parecía. Si no que ya está, ya lo ha jugado y ahora puede disfrutar del juego sin estar solo obsesionado en ganar.

En el libro se ve muy reflejada esa exigencia que tiene los niños que se profesionalizan; ese cambio radical a pesar de ser eso, unos niños...

Sí, el libro tiene mucho de eso. De cómo los futbolistas en su mayor parte han pasado del colegio a jugar al fútbol de manera profesional. Pero no por eso dejan de ser un poco niños que han crecido en un entorno de juego y que, de repente, se les trata como a soldados.

Y luego el gran tema, la vida de los futbolistas después de colgar las botas; “en el fútbol al igual que en el porno la jubilación llega rápido y a la fuerza”... 

Claro, eso también es un punto muy crepuscular de la vida de los futbolistas. Es un oficio que, si les va bien, les va muy bien, pero llega un momento que no pueden seguir haciéndolo por cuestiones físicas. Entonces hay que asumir de muy joven ciertos vacíos .Y  eso tiene mucho que ver  con que tengan esas dudas y crisis existenciales.