Ronaldo culpa a López Caro

Se veía venir. El carácter de Ronaldo choca por completo con el de López Caro. Amenaza tormenta en el Bernabéu. Sufre una microrrotura fibrilar en el sóleo de la pierna derecha y también será baja el día 8 ante el Villarreal.

Ronaldo está hasta las mismísimas narices del actual inquilino del banquillo madridista. Acostumbrado a entrenarse a medio gas, el jugador brasileño se vio sorprendido por los métodos de trabajo de López Caro, un entrenador que no se casa con nadie y cuyos entrenamientos tienen un marcado acento militar. Ronaldo está cansado, y nunca mejor dicho, de tener que emplearse a fondo. En su temporada más negra como madridista, y lamentando aún el cese de su amigo y compatriota Vanderlei Luxemburgo, el futbolista está dispuesto a quejarse ante Florentino Pérez, pues considera que López Caro le exige demasiado.

Se lesionó el pasado jueves, en el primer entrenamiento tras las vacaciones navideñas, y quedó descartado para el choque copero del próximo martes ante el Athletic. Tras las pruebas clínicas a que fue sometido ayer, los médicos le diagnosticaron una microrrotura fibrilar de grado uno en el músculo sóleo, que le mantendrá apartado de los terrenos de juego entre diez y catorce días. Por lo tanto, no podrá jugar tampoco en el partido de Liga ante el Villarreal, el día 8 de enero. Mala noticia para el jugador y para el equipo merengue.

Y, ahora que el Real Madrid es, más que nunca, el 'hotel de los líos' a Ronaldo no le ocurre otra cosa que hacer saber a sus íntimos que está a la greña con López Caro. El brasileño tiene muchos números para dejar la casa blanca a final de temporada y una buena forma de meter presión y buscar que el Madrid le facilite una salida es criticar al técnico y hablar con Florentino para hacerle llegar que no es el único jugador madridista que está hasta el gorro del 'sargento de hierro'.

A todo esto hay que añadir que en Brasil afirman que Ronaldo no siguió el plan de trabajo que López Caro diseñó para sus jugadores para las vacaciones navideñas. Es de sobras conocido que el delantero brasileño es de esa clase de futbolistas que disfrutan en los partidos... pero consideran los entrenamientos como un castigo en toda regla.

El actual entrenador merengue, de momento, no está dispuesto a bajar la guardia. López Caro es un hombre fiel a sus ideas y ha dejado muy claro, desde que se hizo cargo del primer equipo, que nadie disfrutaría de privilegios. El problema está en que Ronaldo cree que está por encima del bien y del mal en lo que atañe a seguir la disciplina y el régimen interno del club que le paga.

Como jugador del Inter protagonizó episodios vergonzosos, pues entrenaba cómo y cuándo quería y siempre fue por libre. La directiva interista se lo permitió todo y un poco más. Ahora, habrá que esperar acontecimientos. Florentino Pérez deberá escoger entre mantener su palabra y dejar que sea López Caro el que decida sobre Ronaldo... o ceder ante los caprichos del jugador.