Por qué hay público en algunas competiciones y en otras no

En Alemania se admite público en las gradas, pero controlado

En Alemania se admite público en las gradas, pero controlado / AFP

Ramón Fuentes

Ramón Fuentes

Mucha gente puede preguntarse por qué ahora mismo hay competiciones donde está permitido el público y en otras donde permanece la prohibición tajante. Empezando por la Liga de Fútbol Profesional y la ACB de baloncesto donde ahora mismo está totalmente prohibida la entrada de aficionados a los encuentros de ambas competiciones. 

Prohibición inamovible porque las competencias en ambas competiciones son del Consejo Superior de Deportes y el Ministerio de Sanidad. Unas competencias que están además recogidas en el Boletín Oficial del Estado. Limitación que a corto plazo el CSD no se plantea modificar, y menos bajo el escenario actual de la segunda ola de la pandemia que afecta de nuevo a nuestro país.

Si bien la Liga de Fútbol ya trabaja en un borrador de protocolo de acceso a los estadios que ya ha remitido a los equipos; el mismo sólo podrá ver la luz en el momento que tenga la autorización de las autoridades gubernamentales. 

Pero esta prohibición choca sin embargo con el escenario que se abre tanto en las competiciones europeas. Tanto en el fútbol como en la propia Euroliga de baloncesto. Ambas competiciones sí autorizan la presencia de público en sus competiciones.

En el caso del fútbol, conforme hemos explicado en SPORT, la UEFA autoriza hasta un 30% del aforo del público en todas sus competiciones. Empezando por la Liga de Campeones y por la Europa League, si bien también afecta a las competiciones de selecciones como la Liga de Naciones que está disputando actualmente España.

Aquí ni el CSD ni el Ministerio de Sanidad inicialmente no tiene competencia alguna porque en este caso están delegadas en las Comunidades Autónomas y sus consejerías de Sanidad. Esto explica porque la Real Sociedad ya manifestó su intención de incluir 1000 aficionados en el encuentro ante el Nápoles y el Fútbol Club Barcelona pretendía poder hacerlo también en el debut en Champions ante el Ferencvaros. 

En el primero parece claro que la sanidad vasca no parece vaya a poner trabas a esta petición. En el caso del equipo azulgrana la negativa por parte de la Consellería de Sanidad de la Generalitat se ampara en la situación de alarma que existe actualmente en Catalunya respecto al virus y que ha obligado a tomar medidas drásticas en las últimas horas.

Todo esto pese a las manifestaciones de Ceferin donde deja en manos del gobierno español la decisión final sobre esta cuestión y en respuesta a la carta remitida el pasado 6 de octubre por por Irene Lozano, Secretaria de Estado para el Deporte, al propio presidente de la UEFA. 

Declaraciones que no modifican el escenario porque las competencias finales, al estar autorizado este aforo, pasan por las Comunidades Autónomas. 

Si esta tendencia cambia respecto a la pandemia y pese a estas declaraciones, el club azulgrana podría siempre llegar a incluir hasta cerca de 30.000 aficionados en el Estadio del Camp Nou que corresponden al 30% del total que cuenta actualmente el estadio azulgrana y conforme a los principios marcados por UEFA. 

El CSD aconseja en su protocolo no más de 1.000 aficionados en las competiciones no profesionales al aire libre

Y luego está el resto de competiciones no profesionales donde también puede acceder el público a los estadios. Aquí el CSD recomienda en su protocolo sanitario para el desarrollo de competiciones no profesionales que no se superen los 1.000 aficionados en los deportes al aire libre y no más de 500 en los espacios cerrados.

Esta cifra es precisamente la que ha solicitado la Real Sociedad para su estreno europeo. Se trata de una recomendación pero la útlima palabra sigue correspondiendo a las autoridades sanitarias de cada Comunidad Autónoma. 

Son quienes tienen la potestad para decidir si puede o no entrar público en las competiciones no profesionales y el límite de las mismas. Así por ejemplo la Xunta va a permitir al Deportivo reunir hasta cerca de 5.000 aficionados en el estreno del club gallego en la Segunda división B. En la Comunidad de Madrid se ha fijado un máximo de 600 espectadores en los estadios de las competiciones que se disputen en su territorio.

Y bajo este escenario se explica el porque si puede haber público en unas competiciones pero no en otras en nuestro país. La clave está en las competencias.