¿Podría el Girona recuperar la plaza de Primera debido al caso de los amaños?

A día de hoy, poder pensar que el Girona recuperaría la plaza de Primera División a costa del Valladolid, por estar inmerso en el caso Oikos relacionado con los amaños de partidos, es una quimera. Sobre todo, porque la investigación es lenta y el procedimiento judicial lleva su tiempo.

De momento, no hay constancia alguna que el partido al que se refiere el supuesto amaño, el Valladolid-Valencia del pasado 18 de mayo esté inmerso en la supuesta red criminal que pactaba los resultados de los partidos con el objetivo de conseguir ingresos a través de las apuestas.

De hecho, hay que tener en cuenta que el partido que lo ha derivado todo, el Huesca-Nástic de la temporada 2017-18 se disputó el 27 de mayo del año 2018, y las primeras detenciones se han llevado a cabo un año después, en mayo de 2019. Es más, todavía no se han podido determinar las posibles consecuencias deportivas en tanto este abierto el procedimiento penal.

Así, todo indica que el secreto de sumario del procedimiento no se levantará pronto, y que ni Girona, ni Valladolid, ni ninguno de los equipos implicados en esta posible trama conocerán los detalles de la investigación antes que empiece la liga 2019-20.

A pesar de eso, pese a que no se sabe cuando pasará, si se comprueba, con pruebas convincentes, que el partido Valladolid-Valencia estuvo amañado, podría caber la posibilidad que el Girona recuperara la plaza de primera División, tal y como se indica en el artículo 75 bis del código disciplinario de la RFEF. Para eso antes lógicamente el Comité de Competicion de la RFEF a instancias de esas evidencias, estaría obligado a abrir un expediente disciplinario. 

El proceso, cronológicamente

Hace un año, la RFEF es alertada por la UEFA que puede haber un caso de apuestas ilegales en un partido bajo su mando, el Huesca-Nástic de la jornada 41 de la Liga123, la temporada 2017-18. Justo en ese momento, la Federación, a través de su departamento de integridad creado por Luis Rubiales y encabezado por Ana Muñoz, decide abrir un expediente disciplinario sobre ese partido y mandarlo a un juez instructor para que investigue los acontecimientos. Y posteriormente ese juez, basándose en el informe de la UEFA, decide llevar el caso a la fiscalía, ya que entiende que puede acarrear consecuencias penales.

Cuando la propia Federación española supo de la deliberación, decidió poner el caso en conocimiento de LaLiga y la policía, para que se tomaran las medidas oportunas.

La fiscalía, en este sentido, derivó el caso al juzgado de Huesca, ya que es donde se sucedieron los acontecimientos, y es el mismo juzgado el que, por ahora, está tomando las decisiones.

Todo este proceso ha derivado a las detenciones de las personas implicadas por parte de la policía y en los registros en las oficinas del Huesca y en las casas de los jugadores, casi un año más tarde. Es por eso mismo que decir, a día que hoy, que la sentencia determinará que el Girona vaya a subir de nuevo y que un equipo como el Valladolid vaya a bajar, es una ilusión. En todo caso, se necesitan pruebas y ninguna parte dispone de ellas. Además, existe el secreto de sumario, por el cual no se conocen los detalles del procedimiento judicial.

La fiscalía, cuando haya investigado el caso a fondo y disponga de las pruebas necesarias, determinará si la RFEF puede abrir expediente por ese partido, y si se toman las medias deportivas pertinentes, o no.