LA PENÚLTIMA

Mendieta: "El futbolista ya no puede llevar una vida de rockstar"

38 años. Bilbaíno. Exfutbolista. Pinchó en el FIB con Gasteiz Gang. Los Planetas le dedicaron unos versos. Se identifica con Nick Hornby. En diez años se ve con el mismo tupé y camisas mod

Dídac Peyret

Al otro lado del hilo telefónico suena una voz nerviosa. Es Gaizka Mendieta, el tipo más sereno del mundo intentando aparcar el coche, móvil en mano. Lo pillo en Valencia, donde recogerá a sus dos hijas para pasar unos días en su casa de Yarn, un pequeño pueblo a dos horas y media de Londres en tren

¿Cómo es su día a día en Inglaterra?

Me levanto temprano. Me leo la prensa. Hago cuatro llamadas. Y cojo el tren en dirección a Londres para ir a la cadena Sky Sports.

¿Cómo lo lleva tu gente cercana de España?

Bueno, tengo dos hijas que viven en España, pero vivo con mi pareja, que es inglesa y también tiene dos hijos, aquí en Inglaterra.

¡Vaya, eres todo un ejemplo de integración!

Sí, total. Llevo cinco años en Inglaterra. Al principio me costó pero ahora me dicen que parezco inglés.

Tenía entendido que no era fácil ligar con inglesas...

(Risas). Depende, hay un poco de todo. En general, su forma de ser es un poco fría pero, como dicen, hay de todo, como en botica. Puedo decirte que tuve suerte.

¿Cómo la conociste?

Ella llevaba sus hijos a un cole cercano al que yo llevaba a las mías y ahí surgió.

La historia parece sacada de una peli de Isabel Coixet

Sí, sí (risas). Y si entrásemos en detalles nos vamos a una peli de David Lynch, así que mejor dejamos lo detalles en el trastero.

¿De no ser futbolista qué hubieras sido?

Habría estado vinculado de una forma u otra al deporte. De hecho, comencé jugando al fútbol pero tuve un paréntesis en el atletismo.

¿Por qué lo dejó?

Un día, con 15 años, no tenía botas y mi padre me dijo: `¿Quieres una botas de fútbol o unas zapatillas de clavos?¿. Escogí el fútbol.

Y ahora Dj... ¡Quién lo iba a decir!

Bueno, ya de adolescente escuchaba Metalica y todo eso. Luego me metí más con el indie. En la tienda Discos Amsterdam de Valencia alucinaban cuando pedía un vinilo de la Velvet o de los The Doors.

Te verían como un rarito en el vestuario...

Me hacían más broma que burla, la verdad.

¿Qué compañero tenía los gustos más raros?

¿Más raros? (coge aire). Para mí los raros eran ellos y para ellos el raro era yo. Me decían: "¿Y quiénes son esos?" Ellos estaban más en la onda Los 40 principales y yo no puedo con el flamenquito (risas).

¿Compartías gustos con algún compañero?

En Inglaterra bastante, porque la cultura musical es otra. En España menos. A los argentinos les daba por la cumbia y otros como Gerard tenían gustos más estandarizados tipo David Guetta.

En Valencia te pillaría la época de la ruta del bakalao...

Sí, pero nunca fui. Y no solo por la fiesta y las drogas. Era una carretera de un solo carril y eso era un peligro constante.

¿Tocabas en alguna banda?

Empecé con la guitarra acústica pero nada, brevemente. Luego llegaron las niñas y se acabaron los hobbys aunque la guitarra y el amplificador siguen ahí.

¿Qué pensaste cuando Los Planetas te mencionaron en una canción?

Era fan y flipé mucho. Una canción de Los Planetas, ¡imagínate! Estaba super orgulloso.

Alguna farra os habréis pegado juntos, ¿no?

Bueno, les vi en Barcelona y luego nos tomamos unas cañas. Con J y Floren son los que más he tratado y Eric es super divertido.

¿Es aplicable lo de sexo, drogas y rock&roll en el mundo del fútbol?

Hubo un tiempo donde quizás los futbolistas podían pasar solo por futbolistas, pero hoy en día son atletas y no pueden permitírselo.

¿Y qué me dice de Balotelli?

Balotelli podría ser el batería de una banda con Cristiano de cantante y Beckham de guitarrista (risas). Tiene mucho talento, pero si sigue así la carrera le durará dos días.

¿Tan importante es la cabeza para el futbolista?

Hay que tener un don, primero, pero la cabeza es importantísima.

Usted coincidió con Enke...

Sí. Me quedé helado cuando me enteré del suicidio. En el vestuario tenía su taquilla cerca. Era reservado pero también bromeaba. No vi nada que reflejase lo que luego ocurrió.

Ahora que está cerca de los 40... ¿Qué le da miedo?

El no poder decir: `me voy a coger la bici o voy a jugar un partido¿. Que el cuerpo no me funcione.

¿Cree que verá algún día una selección vasca en competiciones oficiales?

Me haría mucha ilusión. Desde luego haríamos un gran papel, pero sigue siendo una utopía.