ha marcado la historia del fútbol

Heysel: 30 años de la tragedia

El 29 de mayo de 1985 siempre será recordado por los 39 fallecidos y los más de 600 heridos en un estadio que se convirtió en una trampa mortal

Adrià Bellot

Se cumplen treinta años de la tragedia de Heysel. El 29 de mayo de  de 1985, Liverpool (que defendía el título) y Juventus se enfrentaban en la final de la entonces Copa de Europa. Los ánimos entre birtánicos e italianos ya estaban crispados desde el año anterior, cuando el Liverpool ganó en los penaltis la final del trofeo continental frente a la Roma en el estadio Olímpico. Tras aquel partido, se registraron graves enfrentamientos entre las aficiones de ambos clubes. 

Para el encuentro de Heysel, las autoridades belgas distribuyeron a los ultras de uno y otro equipo en los fondos del estadio, que por aquel entonces no tenían asientos. A las siete de la tarde, ambas aficiones comenzaron a lanzarse piedras y botellas, separadas únicamente por una valla de alambre, mientras los escasos efectivos de la policía belga encargados de la seguridad asistían impotentes al comienzo de la monumental bronca.

Posteriormente, los “hooligans” del Liverpool cargaron contra la valla de separación. La protección se derrumbó y el pánico se apoderó de los aficionados. En cuestión de segundos, una marea de espectadores se precipitó contra los muros de piedra que separaban el fondo de la tribuna. Algunos consiguieron saltar al campo, pero cientos quedaron atrapados. Todos los fallecidos, 39 (32 italianos), murieron por asfixia y aplastamiento. Pese a todo, el partido se jugó. Y la Juventus ganó su primera Copa de Europa gracias a un penalti inexistente que transformó Michel Platini.

La UEFA culpó de lo sucedido a los hinchas ingleses y la justicia condenó a 14 de ellos por homicidio involuntario. Sin embargo, tras una investigación de dieciocho meses, se responsabilizó también a las autoridades y a la policía belga. El estadio de Heysel tenía muchas carencias: fue construido en 1920 y no había sido mantenido adecuadamente. El presidente de la Federación de Fútbol belga, Albert Roosens, fue condenado en 1988 a seis meses de prisión que nunca llegó a cumplir. En cuanto a la policía, el informe judicial concluye que el dispositivo era insuficiente, tanto por el número de efectivos movilizados como por el equipamiento que les había sido asignado. 

Como sanción, la UEFA decidió suspender durante seis años al Liverpool de las competiciones continentales y durante cinco al resto de clubes ingleses. El estadio, que acabó siendo una ‘trampa mortal’, ya no se llama Heysel; fue rebautizado años después con el nombre de ‘Estadio Rey Balduino’, aunque va camino de la demolición al no cumplir normativas de la UEFA, lo cual le impediría albergar partidos correspondientes a la Eurocopa de 2020.