Historia SPORT

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¿Quién fue Cesarini, el jugador que da nombre a los goles en el último minuto?

Renato Cesarini (1906-1969), argentino nacido en Italia, jugaba con reloj y se especializó en marcar goles a partir del minuto 85

Fue un entrenador de éxito, artífice del mejor River de la historia, el de la 'Máquina'

Renato Cesarini (1906-1969)

Renato Cesarini (1906-1969)

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Pocos son los jugadores que a lo largo de la historia han logrado dejar su nombre como legado a un determinado hecho futbolístico: un gol maradoniano, un penalti a lo Panenka, un pichichi, un despeje a la zamorana o un gol marcado en la ‘zona Cesarini’, es decir, más allá del minuto 85 de un partido.

En una Liga que se está caracterizando por la importancia de los goles a partir del minuto 85, resurge la expresión ‘zona Cesarini’, que define a ese tramo decisivo de los partidos –incluido el tiempo añadido- en el que nervios, cansancio, calambres y emoción forman un cóctel único.

¿Pero quién fue Renato Cesarini, el futbolista –y luego entrenador de éxito- que da nombre a la zona Cesarini’?

Nacido en Senigallia (Italia) en 1906, Cesarini llegó a Buenos Aires antes de cumplir el primer año de vida, como tantos miles de italianos emigrados a Argentina.

Tuvo una infancia dura (sus tres hermanos murieron en menos de dos años), y pronto intentó ganarse la vida como contorsionista de circo. “Por eso sé tanto de articulaciones”, explicaba años después.

Empezó a jugar en el Borgata Palermo y debutó en Primera en el equipo de su barrio, Chacarita, en 1925. Jugó también en Ferro Carril Oeste y Alvear antes de emprender viaje de regreso a Italia para firmar por la Juventus, en 1929.  

Ganó cinco Ligas consecutivas con el equipo turinés: fue entonces cuando forjó su fama de especialista en marcar goles a última hora, aunque sobre todo por uno que marcó como internacional italiano frente a Hungría, en el estadio Filadelfia de Turín, en 1931. Con 2-2 en el marcador, Cesarini anotó el 3-2 definitivo en el minuto 89. 

Al día siguiente, un periodista llamado Eugenio Danese escribió que ese gol era otro producto más del ‘caso Cesarini’, ya que en partidos anteriores ya había visto cómo el italoargentino había marcado goles en los últimos minutos del partido. El ‘caso Cesarini’ derivó en ‘zona Cesarini’, probablemente por influencia del bridge, el juego de cartas en el que se llama ‘zona’ a los últimos momentos de la partida. 

Cesarini volvería a Argentina para jugar en Chacarita y en River Plate, donde colgó las botas, en 1937. Poco después fundó la escuela de fútbol de River y ya como entrenador, dirigió a uno de los equipos más espectaculares de la historia del fútbol, la ‘Máquina’ de River, recordada por su delantera: Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau. 

Un bohemio

Era un entrenador de personalidad arrolladora, fumador empedernido (“fumo por prescripción médica, empecé con tres o cuatro cigarrillos al día y ahora que fumo sesenta, ando mejor”), bohemio (estuvo casado con la actriz Yuki Nambá) y de ideas muy claras. 

"¿Usted quiere saber qué busco yo? Le voy a contestar. ¿Primero? Bueno, primero ¡hombres! ¡Sí, señor! ¡Primero hombres!¿Después? Bueno, después ¡atletas! ¡Sí, señor! ¡Atletas!", contaba en una entrevista a ‘El Gráfico’.

Solari: "Renato jugaba con un reloj en la muñeca, miraba el reloj y trataba de anotar cuando consideraba que podía definir el partido"

También entrenó a Racing de Avellaneda, Banfield y Boca, antes de regresar a Turín para dirigir a la Juventus. De vuelta a América, entrenó al Pumas mexicano y a la selección argentina, antes de retirarse. Falleció a los 62 años, en 1969, víctima de una embolia

Su legado se mantiene vivo en el lenguaje futbolístico, pero también a pie de calle y de césped: en Roma hay una calle en su honor y un club de Rosario (Argentina) lleva su nombre, la Escuela de Fútbol Renato Cesarini. 

La fundó Jorge Raúl ‘Indio’ Solari (tío de Santiago Solari), que jugó a las órdenes de Cesarini. "Según contaba Renato, él jugaba con reloj en la muñeca, nosotros nos reíamos y nos decía que éramos unos ignorantes, que en Italia hacía frío y jugaban con mangas largas, así que no había ningún problema, que miraba el reloj y trataba de anotar cuando consideraba que podía definir el partido", explica Solari.

De escuela Cesarini han salido grandes talentos del fútbol argentino, como Demichelis, Piatti, Mascherano o el propio Santiago Solari.