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FÚTBOL

La final de la Europa League, una obsesión para el Athletic

El conjunto de Ernesto Valverde tiene claro que llegar hasta el partido definitorio en San Mamés es capital esta temporada

Ernesto Valverde, preocupado en Roma por la derrota de los suyos

Ernesto Valverde, preocupado en Roma por la derrota de los suyos / AP

Sebastián Vargas Rozo

Sebastián Vargas Rozo

Cuentan las leyendas que Mamés, nacido hacia el 259 D.C., fue un mártir de Cesarea de Capadocia asesinado por no renegar de su fe ante los gobernadores de aquel entonces. Exiliado en las afueras rurales, convivió con leones hasta su captura, tortura y muerte en pleno coliseo, entregado a las fieras para que le devoraran. Estas le perdonaron la vida, pero no lo hizo un soldado que le clavó el tridente en el pecho, dando origen a su santo y a la leyenda del nombre que adoptaron los otros leones, los de Bilbao, para denominar su casa desde 1913.

Antiguo o nuevo -desde 2013-, San Mamés es sinónimo de historia del fútbol español y siempre fue ligado a un Athletic Club que representa los valores tradicionales del deporte. 'La Catedral', como tambien se le conoce, es una referencia a nivel europeo para las grandes citas continentales. La temporada pasada ya se disputó allí la gran final de la Champions femenina entre el Barça y el Olympique de Lyon, coronada por las blaugrana con un apoteósico registro de 53.479 entradas vendidas.

"QUERÍAMOS UNA FINAL EN SAN MAMÉS"

Este año repiten, ahora a nivel masculino, con el segundo torneo más importante. La final de la Europa League, a disputarse el 21 de mayo, será en territorio vasco, con el añadido que el Athletic tiene entre sus manos la posibilidad de clasificarse a un partido que les ha convertido casi en obsesión. Aunque no lo tendrá fácil. 

Los jugadores del Athletic celebran con la aficón, al término del partido de la Europa League

Los jugadores del Athletic celebran con la afición, al término del partido de la Europa League / EFE

"Queríamos una final en San Mamés y ya la tenemos. Hay que aprovecharla. Estamos bien y con ganas de afrontarlo. Está la posibilidad de continuar en Europa y tenemos la opción de ir a por ello. La gente estará con nosotros", dijo Ernesto Valverde hace unos días, consciente del trabajo que tendrán para remontar el 2-1 que sufrieron en su visita a la Roma por la ida de los octavos de final. Será la única manera de aspirar a coronar el título que les ha sido esquivo en dos finales anteriores.

En 1977, incluso ganando en el mítico templo de San Mamés, el Athletic tuvo que ver como otro levantó el trofeo. Fue la Juventus, que había vencido 1-0 en el Stadio Comunale de Turín en la ida de la gran final. Para la vuelta, en Bilbao, los leones ganaron por 2-1 gracias a los goles de Herrero y Churruca, pero el descuento de Roberto Bettega bastó para, por la ley del gol visitante, volvieran a Italia con la copa en sus manos.

La más reciente, en 2012, fue muy amarga para ellos. A estadio neutral, el Arena Nationala de Bucarest, los de Marcelo Bielsa se jugaban su suerte y la gloria ante el Atlético de Madrid de Diego Simeone. Radamel Falcao García no quiso dar oportunidades a los vascos y, con un doblete, sepultó sus ilusiones. Diego Ribas completó el amargo 3-0 que dejaba al Athletic, una vez más, con las manos vacías. Ahora, para la presente 2024/25, la oportunidad de coronarse en su casa está. Pero habrá que sortear a la Roma con una remontada obligatoria.