Fútbol Base

Denuncian un amaño en un Gim.Manresa-Cornellà de cadetes

Según publica El País, hace año y medio Gimnàstic Manresa y Cornellà pactaron un empate en la última jornada de liga que ascendía al primero, hacía campeón al segundo y dejaba fuera del ascenso al Europa. Los clubs implicados lo niegan y el Europa, tras no propesrar su denuncia en el Comité de Competición, optó por no seguir recurriendo.

El País destapa en sus páginas el amaño del Gim.Manresa-Cornellà, de cadetes

El País destapa en sus páginas el amaño del Gim.Manresa-Cornellà, de cadetes / sport

MIguel Pérez

En los últimos tiempos la corrupción en el fútbol y la sospecha e investigaciones de compras o amaños de partidos son el pan nuestro de cada día. Se han visto implicados presidentes, clubs, jugadores e incluso árbitros. Desde las más altas instancias del fútbol hasta modestos equipos de distintas categorías de las ligas de nuestro país.

El lado más oscuro del fútbol, que ha ido destapando día a día las vergüenzas de dirigentes, presidentes, entrenadores, jugadores y algún que otro árbitro.

Cada episodio que salta a la palestra suele superar al anterior y, como en política, el miedo es que la corrupción ya no se trate de casos puntuales sino que esté instalada en el sistema como algo que forma parte de él. O peor aún, que los chavales que empiezan en el fútbol lo hagan ya contaminados por sus dirigentes y entrenadores.

El País, en su edición digital, destapa un historia que, de confirmarse, supondría una patada más a este deporte y a los valores que desde las Federaciones y los clubs se vende que quieren transmitiir a los nuevos futbolistas.

En  un partido de cadetes entre Gimnàstic Manresa y Cornellà del pasado año, explica El País, los dos equipos se pusieron de acuerdo para amañar el resultado. El empate hacía campeón al Cornellà, ascendía a los manresanos e impedía que un tercero, en este caso el Europa, subiera de categoría.

El partido acabó 0-0, se jugó en horizontal, no hubo faltas ni tarjetas y sí  incredulidad y vergüenza en las gradas. Ambos clubs lograron su objetivo y el Europa se quedó sin premio.

Cuentan que muchos de los jugadores que participaron en la presunta pantomima no entendían nada ni querían formar parte de este circo. Incluso tras el descanso algunos se negaban a salir al campo. Ellos, aún sin contaminar, querían competir como siempre, salir a ganar, pero habían recibido la consigna -siempre según El País- de que no atacaran, de que había que empatar.

La denuncia, un año y medio después, la ha hecho el padre de un jugador del Europa que, por lo visto, en su día movió sin éxito cielo y tierra para que se aclarara el asunto.

El Europa, el club perjudicado, denunció el caso al Comité de Competición y éste, tras no ver indicios claros de amaño ni disponer de pruebas suficientes, desestimó la denuncia. El club europeísta podía haber acudido al Comité de Apelación e incluso al Tribunal Català de L'Esport, pero no lo hizo y ahí se acabó el asunto.

El presidente del CE Europa, Guillaume de Bode, afirma que "en su día nuestro club presentó una reclamación al Comitè de Competició de la Federació Catalana de Futbol aportando distinta documentación en relación al partido y diferentes vídeos que probaban claramente la pasividad del encuentro entre Manresa y Cornellà y la clara intención de los dos equipos de no querer romper un empate que beneficiaba a ambos. El Comitè de Competición respondió formalmente que no se pronunciaria al respecto de ese encuentro".

Así mismo, De Bode explica que "fue entonces cuando Mark Freeman -padre del jugador que ha destapado el asunto- se movió para demostrar el amaño". El dirigente del club escapulado relata que meses después "el periodista John Carlin se puso en contacto con el club fruto de su investigación y nosotros nos reunimos con él y pusimos a su disposición la misma documentación y pruebas que demuestran que nuestro equipo fue perjudicado intencionadamente para beneficio consensuado entre Manresa y Cornellà".

Ahora, un año y medio después, salta la polémica y tanto los clubs implicados como la Federació coinciden en que "no hay caso". La Federació se remite a lo que en su día falló el Comité de Competición y a que el Europa no apeló. Los clubs niegan por activa y por pasiva  que se pactara el empate y los jugadores se mantienen en el anonimato por, posiblemente, miedo a represalias.