Un acoso y derribo arbitral con claro vencedor

Se cumplen dos años desde que la 'Cadena SER' destapó el denominado 'Caso Negreira'. Dos años donde los árbitros han sido observados con lupa, fiscalizados sin compasión y objetos de mofa y befa cada jornada. Los errores del colectivo se han magnificado y ni tan siquiera una herramienta como el videoarbitraje ha servido para apaciguar los nervios.

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Los ataques a los colegiados se han convertido en el pan nuestro, especialmente desde un sector muy reactivo de la prensa como Real Madrid TV, los culpables de todos los males del equipo dirigido por Carlo Ancelotti cuando la pelotita no entra.

Más penaltis para el Madrid

Ese 15 de febrero de 2023 marcó un antes y un después en el fútbol español. La inmensa mayoría de los clubes se posicionaron en contra del Barcelona, juzgando prematuramente un caso que está en los tribunales todavía sin un veredicto claro. De hecho, en los últimos días, el presidente de LaLiga Javier Tebas, uno de los instigadores de la cruzada contra los culés, rebajó el tono de sus declaraciones y atacó al Real Madrid por orquestar campañas contra el colectivo arbitral: "Hacen un mal análisis del 'Caso Negreira'. No hay acreditado ningún pago a árbitros ni a nadie".

Los números no hacen más que avalar las manifestaciones de Tebas. En las dos últimas temporadas y lo que llevamos de ésta, los registros indican que el Real Madrid no tiene motivos para quejarse de las decisiones de los colegiados.

En la campaña 22-23, al conjunto blanco le señalaron doce penaltis a favor y tan solo cinco en contra, siete penas máximas de diferencia. Por el contrario, el Barcelona disparó dos veces desde los once metros y recibió tres desfavorables. Más equilibrado estuvo el balance en la 23-24. El Barcelona lideró el saldo de penaltis con siete en su beneficio y dos adversos, mientras que los colegiados señalaron cinco al Real Madrid y uno solo en contra.

Un penalti cada dos partidos

La diferencia favorable a los blancos se ha vuelto a disparar este curso, precisamente en el que más se ha recrudecido la crítica al estamento dirigido por Luis Medina Cantalejo. El Madrid acumula a estas alturas de campeonato diez penas máximas y apenas le han señalado uno, el que cometió Tchouaméni en el pasado derbi y que finalizó Julián Álvarez al estilo Panenka. Han tenido que pasar 23 semanas del torneo para que Courtois se enfrentara a su primer lanzamiento desde el fatídico punto. Por el contrario, al Barcelona le han pitado cuatro penaltis a favor y tres en contra.

Es decir, desde la temporada 22-23 el saldo de penas máximas beneficia al Real Madrid con una diferencia sideral respecto a su némesis deportiva. Los blancos tienen un +20 y el Barcelona un +5.

Expulsiones

Otro de los registros estadísticos inclinados hacia el Santiago Bernabéu son el de las tarjetas rojas. En este periodo de tiempo desde la 22-23, el Barcelona ha jugado en inferioridad numérica en once ocasiones. Este año, Casadó, Ferran Torres y Fermín López el pasado domingo en el Sánchez-Pizjuán vieron prematuramente el camino de vestuarios. El Madrid, por su parte, ha acabado con diez futbolistas sobre el campo ocho veces. En lo que llevamos de curso, Mendy y Vinicius han sido los castigados.