García-Plata deja la presidencia de la Asociación de Jugadores tras 24 años

El madrileño ha dejado voluntariamente la presidencia de la Asociación de Jugadores de Fútbol Sala después de ejercer el cargo durante 24 años

Deja la presidencia en manos de otro exjugador, José Ruiz

Pedro Rocha (izquierda), entrega obsequio a Antonio García-Plata, presidente de la AJFS (derecha)

Pedro Rocha (izquierda), entrega obsequio a Antonio García-Plata, presidente de la AJFS (derecha) / @ajfs1998

EFE

El madrileño Antonio García-Plata ha dejado voluntariamente la presidencia de la Asociación de Jugadores de Fútbol Sala (AJFS) después de ejercer el cargo durante 24 años, "agradecido y desgastado después de batallar muchas guerras", según afirma en una entrevista difundida por el propio sindicato.

Deja la presidencia en manos de otro exjugador, José Ruiz. "Son muchos años al servicio de mucha gente. Me voy agradecido y desgastado por batallar muchas guerras... pero ya está todo ganado. El jugador de fútbol sala tiene un presente y un futuro; tiene Seguridad Social, en mi época nos pagaban en negro y sin la certeza de que fuésemos a cobrar", recuerda García-Plata.

"Ahora, todos los jugadores de Primera y Segunda División tienen su salario garantizado -añade-, saben que van a cotizar, que no van a perder ese tiempo mientras desarrollan su profesión; tienen su derecho a paro; un Convenio Colectivo de garantías y derecho a vacaciones... antes no".

Para García-Plata, "todo ha sido muy trabajado", pero celebra, hablando de los jugadores, que "cuando se hacen mayores y tienen que dejar de jugar existe una organización detrás que les apoya y orienta su futuro”.

La AJFS, rememora, "se creó a raíz de una agresión del presidente del club At. Madrid Leganés, Juan Bautista Santos Murcia, a Antonio Muñoz, padre de Gus, jugador del equipo. El motivo, reclamarle la deuda contraída con su hijo. Aquel suceso era uno más de los muchos que había por entonces, pero nadie daba el paso al frente".

"Fue el detonante. Yo era un jugador de medio pelo, internacional y campeón de Liga, pero también descendí con un equipo, curiosamente en el que más jugaba. No me había creado enemigos, no cobraba más que nadie, no le quitaba el puesto a nadie, el eterno estudiante de Arquitectura... quizás esa fue la clave".

De sus 24 años en el cargo, asegura, durante 21 sobrevivieron "con lo puesto".

"Era una cuenta bancaria más que teníamos que mantener sin entrar en números rojos. A Eduardo Menéndez y a mí nos costó tiempo y dinero conseguirlo. Pensábamos que lo recuperaríamos con las cuotas, a veces lo conseguíamos y otras no, pero daba igual. Sobrevivimos con las cuotas de los socios que nos dejaban entre 10 y 15 mil euros al año, hasta que han llegado las ayudas a las asociaciones de la Federación Española de Fútbol. Con ese impulso hemos pasado de 400 a 1.500 socios".

Ha vivido momentos duros en el cargo: "En las negociaciones de convenios, o cuando un jugador te llama porque no tiene dinero ni para volver a su país. Otros, porque les echan del piso porque el club no les paga. Jugadores que han ido a otras ciudades a jugar como profesionales y tienen que pedir dinero en casa porque no tienen para comer".

"Después de 24 años puedo contar con los dedos de una mano los que nos han apuñalado y ellos saben quiénes son. Pese a ello, la AJFS ha pasado de ser algo que no existía a ser una organización fuerte y con presencia en los estamentos donde se deciden las cosas del fútbol sala. De cero socios, a cerca de 1.500; de cero pesetas de presupuesto, a más de 250.000 euros", pormenorizó.