Andreu Plaza: "De estos años me quedo con el respeto del vestuario"

Andreu Plaza se despidió del banquillo del Barça el pasado 30 de junio después de cinco temporadas y lo hizo conquistando su segundo título liguero y el quinto en la historia de la sección. Se marchó tal y como llegó, sin ruido y haciendo gala de una caballerosidad al alcance solo de los más grandes.

Lejos de declaraciones altisonantes o de guerras fratricidas, el gerundense agradece al club esta oportunidad y se muestra satisfecho de unos logros que incluyen nueve títulos, con la Champions del pasado mes de octubre en el Palau como momento culminante.

El ya exentrenador azulgrana atendió a SPORT en plenas vacaciones y se sinceró sobre diversos temas sucedidos a lo largo de este último lustro. Y aseguró que no descarta colgar la libreta si no encuentra una propuesta de alguna Federación que le satisfaga.

Ha pasado una semana y media desde su despedida ganando la Liga. ¿Qué sensaciones tiene?

Estoy tranquilo, en una situación que no tenía desde hace como 30 años, porque siempre he tenido un equipo y me he pasado el verano pendiente de la pretemporada y de los fichajes. El Barça desgasta mucho y no echo nada de menos. Una temporada aquí vale por tres en cuanto a emociones, nervios, presión y desgaste. Ahora mi idea es descansar. Estoy en la playa con mis dos nietos y quiero experimentar algo que llevaba mucho tiempo sin vivir.

¿Llegó a ver imposible este título liguero?

Bueno, hubo un momento muy crítico, cuando perdimos con Industrias en casa y llevábamos cuatro puntos de 21. Nos hicimos un planteamiento serio de darnos un partido más, porque la cosa no rodaba y se veía casi imposible clasificarnos para la Copa de España. Parecía un final de ciclo, pero después ganamos bien por 2-5 en la pista de un Levante que estaba invicto y a partir de ahí enlazamos 17 partidos sin perder. A partir de ganar ese día en Valencia no tuve más dudas. De hecho, no quedamos campeones de la fase regular por dos puntos, lo que explica lo bien que lo hicimos.

¿Y tras perder el primer partido de cuartos contra Inter?

Teníamos clarísimo que podíamos, porque no nos pasaron por encima ni mucho menos. Nos ganaron por una acción determinante de Pito que nos dejo 'grogis', pero en Torrejón jugándonos la vida estuvimos muy serios y en el tercero nos acompañó esa parte de suerte que necesitas en los penaltis. Después pasamos con merecimiento ante Palma aunque fuese en dos prórrogas. 

¿Y cuando parecían estar KO en el tercer partido contra el Levante?

Siempre creí. Por cierto, ahí hay un dato muy curioso. Los dos goles que hacemos con portero-jugador estaban muy trabajados El primero es una diagonal, que metemos a Marcenio por Dyego para hacerla y el segundo es un gran ataque con mucha paciencia hasta el corte de Matheus. Si eso lo hace otro, la clave es la 'pizarra', pero como lo hizo Andreu solo he leído que fue por suerte. ¡Ni suerte ni ostias! Es una situación límite en la que los jugadores tienen que pensar mucho y con algunos sabiendo que no seguirían. Y no es fácil. Mira, cuando aún no sabía que me iría, Ximbinha me preguntó sobre un posible interés del KPRF y yo le dije, mira tienes 32 años, acabas de tener un crío y si la oferta es por más tiempo y te pagan mucho más, yo no me lo pensaría. La gestión no ha sido solo mía sino de los tres. Miguel, Txus y yo hemos trabajado como profesionales, que es lo que nos tocaba, pero insisto en que no era fácil.

Su discurso modélico hacia el club desde que supo que no seguiría, ¿es real o impostado?

Es muy real. Aunque haya podido tener alguna diferencia con algún directivo o con alguien de arriba, yo creo que el club está por encima de todos. De mí, de los jugadores, de los directivos y hasta del presidente. Ellos han tomado una decisión deportiva y no hay ningún problema. Que después alguna cosa no me haya gustado no quiere decir que tenga que despotricar del club, que ha cumplido su compromiso económico y me ha indemnizado. Lo he pasado muy bien en el Barça, me he sentido muy respaldado y no es criticable que con alguno de los que acaban de llegar no haya tenido el mismo 'feeling'. No guardo ningún rencor a nadie.

¿Se ha sentido infravalorado?

Bueno, el perfil de las personas que me han cuestionado desde el primer día, ganase Champions o perdiese partidos, son chicos de 25 años en Twitter que no saben quién es Paulo Roberto. Que uno tenga un perfil oculto al que le cae mejor un entrenador joven y crea que los mayores estamos acabados o que no sabemos encender un ordenador, pues paso de ellos, pero hay gente que sale perjudicada y a veces se pasa mal, porque lo leen tus hijos. A mí no, yo paso de todos ellos. Después, los medios que llegan a la gente y la gran mayoría de la prensa escrita me han tratado bien y me he sentido respetado. 

¿Qué ha sido lo peor de estas cinco temporadas?

No sabría decirte... los dos primeros años no fueron exitosos. Y tener que despedir a ciertos jugadores me supo muy mal. Pienso en Marc Tolrà y en Bateria. Con Marc pasé bastantes días duros. Es buen chico y lo aprecio mucho, pero se equivocó. Por suerte hemos reconducido la situación, pero yo le cambié la vida. Estaba aquí, en su casa, y se tuvo que ir a Lisboa. No es que me arrepienta, pero me sabe mal. Y Bateria era un 'top' mundial, una estrella, pero por desgracia las lesiones le impidieron demostrar quién es y tuve que decirle que no seguiría. Fue muy mal trago, porque es una excelente persona y se comportó siempre de maravilla con todos.

¿Y con qué se quedaría el mejor entrenador del mundo en 2020?

Con el respeto del vestuario. Siempre he podido mirar a la cara a todos. Un ejemplo, Joselito no sabía que no seguiría y le dije que lo mejor era que se fuese cedido y vino a preguntarme cómo es Juanito (el entrenador del Betis al que se irá cedido). Y eso que no jugaba, pero sabe que lo aprecio mucho y de hecho lo traje yo. Igual que Roger (Serrano). Siempre me dijo que creía que tenía sitio aquí. Poder hablar con ellos después de echarlos, porque los eché, para mí es lo más importante. Eso significa que me respetan aun estando en desacuerdo con mis decisiones, faltaría más. Llevar un vestuario con tantos egos tan desmesurados es muy difícil y de eso sí estoy orgulloso.

Se va con nueve títulos, incluidas una Champions y dos Ligas en cinco temporadas...

Ten en cuenta que cogí un equipo que no estaba en Champions y que tenía enfrente a un Superinter, un equipo sobrehumano, de los mejores que he visto, con una capacidad de ganar brutal. Es como los que compitieron al lado de Indurain o Lemond en ciclismo. Jugamos todas las finales de la liga menos la 'exprés' esa del año pasado y después ganarla es muy difícil. Ganamos dos y perdimos otras dos. No creo que el balance sea malo ni mucho menos. Incluso esta temporada se nos han escapado tres títulos y no habría sido mala ni perdiendo la liga.

¿Qué planes tiene?

Como te decía, ahora mi idea es descansar y esperar a ver si sale un proyecto adecuado. Una Federación, no un club. Y si no sale una selección que me convenza, podría dejarlo perfectamente. Es algo que entra dentro de las posibilidades.

¿Qué le parece este nuevo Barça con Jesús Velasco?

El currículum de Velasco habla por sí solo y no tengo mucho que decir. Excepto el fichaje de Ortiz, el equipo es el que teníamos planificado nosotros. No olvidemos que Pito y las bajas ya estaban ratificados. El equipo de Velasco es el nuestro más Ortiz.

¿Cómo le gustaría que lo recordase la afición?

No sé. Lo que no me gusta es que la memoria sea tan frágil. Me gustaría que me respetasen por mi paso por el club como a Marc (Carmona) o ahora a Velasco. Somos los que hemos estado en la sección a nivel profesional y, cada uno con sus formas y con sus ideas, hemos llevado a club a ser reconocido mundialmente y hay que quedarse con eso. No hemos fracasado y el que venga tampoco lo hará. Un entrenador no es tan importante para la afición.