El Barça, un debut con matices en el Torneo de Ripollet

El FC Barcelona sigue enfrascado en la pretemporada más ‘sui generis’ de los últimos años por la ausencia de los siete jugadores que disputarán el Mundial con sus selecciones (Dídac, Adolfo y Carlos Ortiz con España, André Coelho con Portugal y Ferrao, Dyego y Pito con Brasil).

Ello ha motivado que el nuevo técnico azulgrana Jesús Velasco solo disponga de cinco jugadores del primer equipo en estas primeras semanas de trabajo. Son el meta Miquel Feixas, los brasileños Marcenio y Matheus, el canterano Bernat Povill y el rusobrasileño Leandro Esquerdinha, quien se perderá la cita de este fin de semana por precaución al arrastrar unas pequeñas molestias. 

Por su parte, el capitán Sergio Lozano está cada vez más cerca de recibir el alta médica, pero sigue sin ser uno más en el grupo y continúa trabajando con el objetivo de estar a disposición del técnico toledano el segundo fin de semana de octubre en el debut liguero frente al Palma Futsal.

Buena parte de los entrenamientos han estado combinados con el filial que dirige Xavi Closas y que comenzará la liga de Segunda División el fin de semana que viene en la Ciutat Esportiva ante el potente Atlético Mengíbar.

El debut de este póker de piezas del primer equipo también estará marcado por estos condicionantes y por ello el FC Barcelona disputará este fin de semana el Torneo de Ripollet con dos equipos distintos.

Este sábado a las 21.00 horas, el filial barcelonista a las órdenes de su histórico entrenador Xavi Closas tiene ante sí un durísimo test ante el Emotion Zaragoza de Primera División, equipo que dirige David Marín y que fue una de las sensaciones en el curso pasado al acabar séptimo y forzar el tercer partido en cuartos de final contra Palma.

Y el domingo llegará el ‘estreno’ de Miquel Feixas bajo los palos, Marcenio, Matheus y Povill, quienes reforzarán al Barça B en el cierre del torneo ante el anfitrión Ripollet a las 18.00 horas.

Siempre bajo la supervisión de un Velasco que ha participado activamente en los entrenamientos del filial, Closas destacó que competir contra un Primera “es una motivación para nosotros que nos permitirá ver nuestro nivel real y si estamos muy lejos o no de ellos. Y los entrenamientos con jugadores del primer equipo también son un lujo, porque aprendemos de los mejores y nos exige rendir al máximo cada día para estar al nivel de elite”.