El Barça pierde el derbi y vuelve peligrosamente a las andadas

Mario Almagro se lució y solo encajó un gol imparable de Dyego

Mario Almagro se lució y solo encajó un gol imparable de Dyego / FCB

German Bona

German Bona

No hay manera. El Barça volvió a las andadas y se quedó sin su primera victoria en el Palau. Javi Rodríguez no pudo tener el merecido homenaje de los Dracs en su regreso por culpa de la pandemia, pero se reivindicó en el banquillo con una lección de pizarra. Los postes y un Mario excepcional bajo palos hicieron el resto.

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LNFS

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Alineaciones
Barça
Dídac, Lozano, Marcenio, Matheus y Ferrao -quinteto inicial- Ximbinha, Dyego, Daniel, Esquerdinha, Adolfo, Joselito y Coelho.
Industrias
Mario, Sepe, Corso, Llamas y Drahovský -quinteto inicial- David Álvarez, Cardona, Uri Santos, Khalid y Bermusell.

Industrias se le atragantó al Barça desde la acción inicial del partido, cuando Drahovsky avisó de lo que sucedería poco después. Contestó Sergio Lozano, pero se topó por primera vez, y fueron infinidad, con un inspiradísimo Mario Almagro. El eslovaco adelantó a los colomenses con un buen zurdazo.

A partir de aquí, dominio y ocasiones para un Barça que lo probó de todas las maneras sin acierto ni fortuna. Lozano al travesaño, Ximbinha, Esquerdinha... no hubo manera. Regresó Adolfo ante su exequipo y antes del descanso estuvo cerca Drahovsky de ampliar la cuenta, pero Dídac salió valiente a interceptar con el pecho.

Empate... y decepción

Pese a que la reanudación se inició con una doble ocasión de Esquerdinha y Ximbinha, Ia presión intensa ordenada por Javi Rodríguez maniató aún más a un Barça sin ideas ni soluciones durante muchos minutos. Incluso, David Álvarez pudo poner el partido más cuesta arriba, pero cuando las ocasiones escaseaban, apareció la calidad de Dyego para sacarse de la chistera un gran chut cruzado, directo a la escuadra y, esta vez sí, inaccesible para Mario Almagro.

Industrias no se arrugó e incluso arriesgó con Sepe de portero-jugador, mientras Andreu Plaza optó por la paciencia y elaborar las jugadas. Fue una lotería. Primero Dyego y después Matheus estrellaron el balón en los postes, pero los colomenses insistieron en la superioridad numérica y Drahovsky se encontró demasiado cómodo para empalmar con todas sus fuerzas. Entonces sí, Lozano se puso la camiseta naranja, el Barça movió y movió el balón, Ferrao chutó fuera y ya fue una lucha desesperada e infructuosa contra el reloj.