La zurda de Robben dejará de brillar

Robben alzando una de sus ocho Bundesligas

Robben alzando una de sus ocho Bundesligas / AFP

Francesc Ripoll

El tiempo pasa y no nos queda otra que asumir sus consecuencias. El mundo del fútbol no se salva. Hace dos días se resolvió una incógnita que llevaba tiempo abierta: el futuro de Arjen Robben. Se sabía que el holandés, de ya 35 años, abandonaba Baviera. Se especuló sobre su posible regreso al Groningen, o del interés de algunos clubes de la MLS. Pues bien, finalmente el exmadridista ha optado por colgar las botas después de una larga y exitosa trayectora de 19 temporadas llenas de partidos. Con clubes (Groningen, PSV, Chelsea, Real Madrid y Bayern), 602 choques. Con la ‘Oranje’, 96. Y en total, 209 dianas.

El adiós de Arjen nos deja sin una de las mejores zurdas que se han podido ver en los últimos tiempos. Un extremo rápido a pierna cambiada, incansable, competitvo y con desequilibrio. Y gol. Mucho gol. Y es que cuántos tantos habremos visto desde la misma manera: control en banda derecha, conducción hacia dentro y disparo con la izquierda buscando el ángulo más lejano. Tiene mérito.Todos los defensas sabían exactamente qué iba a hacer el holandés. Indicaciones e indicaciones de los entrenadores para evitar que realizara la jugada. Pero era imparable. Siempre se salía con la suya.

Un palmarés de récord

A sus espaldas, 33 trofeos. Casi nada. De hecho, es el cuarto jugador de la historia con más grandes ligas europeas en su palmarés -un total de 11-. Ha ganado 8 veces la Bundesliga, 2 la Premier League y una Liga (además de una Eredivisie). Él ha sido pieza clave de los éxitos bávaros en Alemania durante una década, compartiendo vestuario con Ribéry, otra leyenda del Bayern que deja el Allianz Arena.

Y la verdad es que Robben se puede retirar en paz, pese a haber sido perseguido durante mucho tiempo por la ‘maldición de las finales’. Su famoso fallo en el mano a mano ante Casillas en la final del Mundial de Sudáfrica o su penalti fallado en la prórroga en la final de la Champions frente al Chelsea parecían ser una losa demasiado grande para él. Pero finalmente, logró sobreponerse y redmirse de la mejor forma. Un gol suyo en el 89’ permitió al extremo levantar su primera ‘orejona’ ante el Borussia Dortmund y romper, por fin, esa terrible maldición.

Todo esto, teniendo en cuenta que las lesiones han sido muy injustas con él. En prácticamente todas las temporadas ha tenido que pasar por la enfermería. Un dato demoledor: se ha perdido 215 choques en toda su carrera. Pero no será recordado por esto. Gracias por tanto, Arjen.