Vinyals, el entrenador que cambió Qingdao

Jordi Vinyals (Cardedeu, 55 años) tiene el inesperado y sorprendente logro de ser cesado como entrenador con su equipo liderando la clasificación y contando con el apoyo incuestionable de aficionados y prensa. El técnico catalán ha transformado un club en China sin ninguna estructura deportiva hasta darle un sello dentro (su fútbol era considerado como de los más atractivos de todas las categorías) pero también fuera de los terrenos de juego. Vinyals cierra de forma inexplicable su ciclo en el fútbol chino tras tres años y medio de un arduo trabajo.

El preparador catalán aterrizó junto a su equipo de colaboradores (Pep Muñoz, Arnau Navarro y Mikel Touzon) en diciembre del 2015 en Qingdao para firmar un contrato por dos temporadas con el Qingdao Huanghai, que llevaba dos años logrando la salvación con muchos apuros. En el 2016 renovó por cuatro temporadas más, hasta diciembre del 2020 tras los excelentes resultados deportivos que logró. Su mejor legado, sin duda, es que la afición se ha volcado con el equipo y la ciudad se siente orgullosa de la propuesta futbolística.

la trayectoria deportiva

Y es que el desembarco de Vinyals en el Qingdao Huanghai cambió de arriba abajo al club, empezando por el apartado deportivo. De los sufrimientos para mantenerse en la segunda división, el equipo da un salto brutal de calidad sin el potencial económico de otros equipos.

Terceros en el campeonato del 2016, con los mismos puntos que los dos primeros clasificados que ascienden a la Superliga China;  4º en 2017, en la que los dirigentes sancionan en la última jornada a todo el equipo titular sin razón; otra vez cuartos en el 2018. En el actual campeonato el Qingdao Huanghai era líder en la jornada 19 de 30. 

Además de competir en inferioridad de condiciones económicas, están decisiones inexplicables como las sanciones a jugadores, no renovar a titulares o traspasar prácticamente a todos los titulares en el mismo mercado de transferencias. Un dato significativo es que en estos años solo un fichaje tiene el sello del entrenador: Joan Verdú, que hace unas semanas tuvo que ser operado.

arquitecto dentro y fuera del campo

Pero al margen de los resultados deportivos, el otro valor de desembarco de Vinyals y su equipo a Qingdao es la transformación que ha dirigido. Cuando llegó el estadio estaba abandonado, sin vestuarios ni sala de fisioterapia; no existía más que un filial porque obligaba la legislación. Ahora ha dejado un estadio en condiciones, con vestuarios, incluyendo una sala de proyección y con un fútbol base en marcha.

Se va el arquitecto de Qingdao. Vinyals ha logrado que la afición y la ciudad se sintiesen orgullosas de su propuesta futbolística.