Mou: 336 días lejos de los banquillos entre la prensa rosa y la deportiva

Mourinho, nuevo entrenador del Tottenham

Mourinho, nuevo entrenador del Tottenham / PERFORM

Pol Ballús

El 18 de diciembre se cumplirá justo año del día en el que Jose Mourinho volvió a las 12 de la mañana al Hotel Lowry, su casa durante su estancia en el Manchester United, tras ser fulminado por Ed Woodward, director ejecutivo de la entidad. El portugués lo tomó con sobriedad, incluso con cierta gracia. “Goodbye lads”, (adiós tíos), les dijo, desde su taxi dirección al aeropuerto, a los paparazzis que le acompañaron durante más de dos años a la puerta de su casa. 

Aquella despedida no fue definitiva. Este miércoles, 20 de noviembre, 336 días después de su cese, Mou ha encontrado otro proyecto en el que embarcarse. Desde que dejó el United se fue a vivir a Londres, en su mansión del céntrico barrio de Belgravia, con su mujer y sus dos hijos. Precisamente su situación sentimental, más que las novedades laborales, ha sido el gran foco de atención de la prensa británica sobre él en las últimas semanas.

Tras fotografiarlo hace dos semanas saliendo de casa sin su anillo de compromiso, los tabloides especularon sobre un posible terremoto en su hogar. Aunque en realidad estos rumores lo han acompañado durante los últimos años, desde su época en Madrid pasando por su solitaria estancia en Manchester, con su familia quedándose en la capital durante los más de dos años que Jose estuvo en el noroeste inglés.

A falta de un sitio en los banquillos, Mourinho había encontrado un hueco en los platós. La temporada pasada empezó a aparecer en la televisión inglesa para ejercer el famoso rol de ‘pundit’, es decir opinador de la actualidad, y de los partidos que le toque comentar. Desde esta temporada Sky Sports se aseguró su plaza fija. Su Manchester United sigue sin jugar bien un año después de su salida, algo que aprovecha para defender su legado en el club. Sigue culpando a la directiva: “Yo estaba loco por traer un central nuevo, y nadie me hacía caso. Este año al menos llegó Maguire, un jugador que me gusta”, soltó. De hecho, es habitual que cada intervención del portugués acabe con algún titular en la prensa el día siguiente.

“Aún espero que me felicitéis cuando os regalé la liga en 2014”, le dijo un día, en directo, a Vincent Kompany haciendo referencia a cuando su Chelsea tumbó al Liverpool, un resultado que dio media liga al City. O bien cuando le tocó recibir a Jürgen Klopp el día que empató en Old Trafford esta temporada, y el alemán acusó al United de dedicarse solo a defender ante ellos. “No le gustó el menú. Quería carne, pero hoy le tocó pescado”, sentenció Mou. En eso no dejará de ser de los mejores.

La facilidad que tiene para dar titulares contrasta con su capacidad de encajar en un nuevo proyecto de algún club. Desde que dejó el United anunció que su intención era volver a entrenar. La opción del Real Madrid siempre siguió ahí, algo que de bien seguro hubiera gustado al portugués, aunque las secuelas que dejó en la Castellana no son pocas. Hace un año, tras quedarse sin trabajo descartó un rápido regreso a la Premier League. A día de hoy ha abrazado con fuerza esta posibilidad para disgusto del entorno mediático del país, que no ve clara su vuelta.

Antes que con el del Tottenham,su nuevo destino, el nombre de Mourinho se ha relacionado en los últimos meses con el banquillo del Arsenal. Los problemas de Unai Emery para mantener la armonía del grupo y la situación en la clasificación hacen plantear un posible despido. Sin embargo, el aura que le acompañaba ha desaparecido. “El bagaje de Mourinho es un peaje que no vale la pena pagar, incluso si arregla los problemas del Arsenal a corto plazo”, publicó Daniel Taylor en The Athletic. “Dar las llaves de la casa del Arsenal a Jose sería una jugada demasiado arriesgada”, aseveró The Independent, y más contundente fue The Mirror: “Elegir a Jose Mourinho no es la respuesta para el Arsenal: rompería 15 años de trabajo en una filosofía y manera de hacer las cosas”.

En una Premier League donde cada día se miran más las formas que el resultado, Jose Mourinho ha vuelto  a encontrar su sitio en el finalista de la última Champions. Hace casi un año del “Goodbye lads” a los paparazzis de Manchester, de su último trabajo en el mundo del fútbol. Parecía claro que tarde o temprano volvería, como así ha sido. Está por ver si seguirá siendo “The Special One”. Lo que está clara es que, de una forma u otra, nunca dejará de ser Jose Mourinho.