¿El último partido de Messi en Argentina?

La Bombonera fue el escenario de la última función oficial de Lionel Messi con la Argentina. Llegó el día que los argentinos no quisieron que llegara nunca. Sin ‘El Pelusa’, Leo abre una herida que en su país solo tiene el bálsamo de que aún queda por delante el Mundial. Empezaron a despedir al mejor de todos, al heredero de Maradona. Y nadie quiere asumirlo todavía. Como hubo un día post Diego, nuestro Dios del fútbol, se acerca el día después de Leo. Catar está a la vuelta de la esquina. Pero nada será igual sin Messi.

El equipo que dirige Lionel Scaloni no volverá a jugar en el país antes del Mundial. Y contra Venezuela fue la última oportunidad para los hinchas de ver a la Albiceleste y brindarles el cariño y el apoyo para afrontar el objetivo de ganar la Copa del Mundo. El calendario de este año impide que la ‘Scaloneta’ pueda volver a jugar en su país y el inicio de las eliminatorias para el Mundial del 2026 comenzará a finales de 2023, jugándose en el exterior los partidos de preparación.

Por eso, los hinchas argentinos le brindaron el cariño y la ovación que Lionel Messi mereció por tantos años de amor incondicional a la celeste y blanca, victorias, derrotas y sacrificios. Con la conquista de una Copa América sobre sus espaldas, se despidió emocionado y ovacionado, y con un sueño por cumplir que es el suyo personal, el del equipo y el de todo un país.

Las entradas se habían agotado en tan solo un día. Más de 45.000 personas se citaron para despedir al crack y a la selección ya clasificada para el Mundial en un partido sin más obligaciones que sellar el pacto de amor y lealtad entre los hinchas de la albiceleste y la ‘Scaloneta’, que capitaneada por Messi, buscará conquistar la Copa del Mundo en el primer Mundial sin Maradona.

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El show de fuegos artificiales, música y los cánticos que hicieron latir a la Bombonera fueron parte del ritual, de una ceremonia en la cual los argentinos le rindieron tributo a Messi y a los campeones de América. Es difícil determinar si su adiós es un hasta luego o un adiós definitivo. El capitán cumplirá 35 años en junio y no hay certeza de su continuidad en su selección pos Mundial. No se sabe aún si habrá un ‘last dance’.

En la memoria de los argentinos quedará aquel 17 de agosto de 2005, en el que se puso por primera vez la camiseta de la selección argentina de manera oficial, en un amistoso frente a Hungría. Entonces, duró apenas 45 segundos en cancha porque el árbitro lo expulso por darle un manotazo a un jugador para sacarse la marca. Desde entonces, nunca dejó de buscar ganar un título con su país. Se convirtió en el jugador con más presencias de la historia del combinado nacional con 160 partidos: participó en cuatro Mundiales y seis Copas América. Es el máximo goleador con 80 tantos.

“Cambio los Balones de Oro por ganar un Mundial”, se confesó, poniendo siempre por delante su sueño de conquistar la Copa del Mundo con su selección a todos los premios individuales que recibió como mejor futbolista del planeta.

Su sueño se hizo desear, pero llegó y levantó la Copa América 2021, un premio a su tenacidad pero también a su liderazgo como capitán de una selección plagada de jóvenes que desearon más ese titulo por Leo que por ellos mimos. Ya había ganado la Copa del Mundo Sub-20 en 2005 y la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, pero no alcanzaba. No para él, ni para el hincha argentino, sobre todo a quienes lo compararon, injustamente, con Diego Maradona.

Messi se despide de Argentina besando la camiseta que más ama. Su bandera. La vestirá en el Mundial. Quizá el fútbol lo traiga nuevamente vistiendo la Diez de su país. O no. Mientras tanto, en su zurda están depositadas las esperanzas de un país, que sueña con verlo levantar la Copa del Mundo.