La trama del 'Moggigate', al descubierto

El ex director de la Juventus creó, presuntamente, todo un 'imperio criminal' a su alrededor para contrarrestar el poder mediático del Milan.

En 1994, Luciano Moggi se hizo cargo de la dirección general de la Juventus. El dirigente se dio cuenta de que para llegar al éxito debía contrarrestar el poder mediático del Milan, el auténtico 'rey del Calcio' gracias al control televisivo de su dueño, Silvio Berlusconi. Y, por lo que parece, decidió montar todo un 'imperio criminal' que le permitiera controlar todos y cada uno de los estamentos del fútbol italiano.

El escándalo se destapó el 3 de mayo, cuando la FIGC anuncia la apertura de una investigación en la que están implicados el propio Moggi, el ex vicepresidente de la FIGC, Inozzencio Mazzini, y el designador arbitral Pierluigi Pairetto, a los que se acusa de arreglar el resultado de hasta 19 partidos de la temporada 04-05.

La trama se descubrió en marzo, durante unas escuchas telefónicas que perseguían destapar casos de doping. Y el caso fue trasladado rápidamente a la FIGC, la UEFA y la fiscalía de Roma. En las conversaciones interceptadas se descubre el control absoluto que Moggi ejercía sobre el colectivo arbitral, los clubs, los jugadores, y hasta la justicia ordinaria. Moggi amañó la designación arbitral de un Juventus-Ajax del 2004; recomendó convocatorias al seleccionador, Marcelo Lippi, para favorecer a la empresa de representación GEA, en la que estaban como socios su hijo, el de Lippi y la hija del dueño del banco Capitalia; pidió al secretario General del Comité Olímpico Italiano, Raffaele Pagnozzi, ayuda para salvar los controles antidoping; e incluso llegó a secuestrar a un árbitro en su caseta, Gianluca Paparesta, por una derrota bianconera en el campo de la Reggina (2-1), el 6 de diciembre del 2004.

Su homónimo en el Milan, Adriano Galliani, quiso montar una red parecida y también se le interceptaron conversaciones telefónicas con su directivo, Leonardo Meani, en las que éste le informaba del arreglo de la tripleta arbitral de un Chievo-Milan a través del presidente de la Asociación de Arbitros, Gennaro Mazzei.