La RFEF aún tiene que vender los derechos de la Copa del Rey

Luis Rubiales durante la previa de la final de la Copa del Rey de este año

Luis Rubiales durante la previa de la final de la Copa del Rey de este año / EFE

Ramón Fuentes

El choque entre la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga por los partidos de los lunes o los viernes tiene otra arista importante: los operadores de televisión como perjudicados de unos contratos que incluían estas dos franjas. Será en septiembre cuando LaLiga hable con los clubes para analizar los perjuicios de esta nueva situación.

Además, la RFEF tiene ahora un serio problema de manera inminente a raíz de este conflicto. Y tiene que ver con los derechos de las dos competiciones propiedad del estamento federativo: la Copa del Rey y la Supercopa.

Porque tiene que negociar esos derechos con los mismos operadores que se acaban de ver perjudicados por la pugna del estamento federativo por estas dos franjas horarias. Y, encima, en un escenario donde debería recibir un montante global por el torneo copero de 160 millones de euros para poder seguir percibiendo los 16 millones que ha venido ingresando estas tres últimas temporadas cuando la gestión ha corrido a cargo de la patronal.

¿Cómo se explica? La cuestión radica en el artículo 8 del Real Decreto de Venta Centralizada, relativo a  las “especialidades en la comercialización y reparto de los derechos audiovisuales de la Copa del Rey y de la Supercopa”.

El apartado dos del mismo artículo recoge la posibilidad, como así se ha venido produciendo hasta la temporada que “alternativamente, la Real Federación Española de Fútbol podrá encomendar la comercialización de estos derechos (Copa del Rey y Supercopa) a la Liga Nacional de Fútbol Profesional, respetando las siguientes reglas:

a) Quedan excluidos de esta encomienda el partido final de la Copa del Rey y la Supercopa de España, que serán comercializados o explotados directamente por la Real Federación Española de Fútbol.

b) La Real Federación Española de Fútbol recibirá de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, como contraprestación, la cantidad mayor entre el 1 por 100 de los ingresos totales obtenidos por la comercialización conjunta de los derechos audiovisuales del Campeonato Nacional de Liga o diez millones de euros actualizados”. Considerando el último contrato por el cual LaLiga ha venido percibiendo 1600 millones por la venta de ambos derechos, esto supone que la RFEF ha venido percibiendo alrededor de 16 millones de euros por este concepto teniendo además la exclusiva para la explotación de la final de la Copa del Rey. Incluso, en caso de no alcanzar estas cantidades, la RFEF se asegura un mínimo de 10 millones de euros. Además, según dicho acuerdo “La Real Federación Española de Fútbol no estará obligada a compensar económicamente a ninguno de los equipos del fútbol profesional y destinará el porcentaje de la contraprestación recibida que determine su Asamblea General a las entidades participantes de las categorías no profesionales que disputen la Copa del Rey”.

Pero el mismo artículo recoge que la Real Federación Española de Fútbol podrá comercializar directamente los derechos audiovisuales de la Copa del Rey y de la Supercopa de España. Pues bien, de momento no hay acuerdo con el operador de televisión, muchos de los cuales además son los mismos que acaban de verse perjudicados por el conflicto de lunes y viernes. Bien es cierto que hay otros posibles operadores en el mercado que no cuentan con los derechos de retransmisión de LaLiga.

Además, el acuerdo que logre la RFEF debería ser, como explicamos antes, cercano a los 160 millones de euros, para que pueda equiparar la situación existente hasta ahora. Todo esto se explica porque la explotación por parte de la RFEF establece unas condiciones de reparto de las cantidades en el citado Real Decreto.

Así “el 90 por 100 de los ingresos se destinará a los equipos de la Liga Nacional de Fútbol Profesional”, donde “se tomarán en consideración únicamente a las entidades que disputen la ronda de octavos de final de la competición durante las cinco últimas temporadas, con la siguiente ponderación: Campeón 22 por 100; Subcampeón, 16 por 100; Semifinalistas, 9 por 100, Cuartos de Final, 6 por 100, Octavos de Final, 2,5 por 100”.

Solo “el 10 por 100 restante se destinará a la promoción del fútbol aficionado y a los equipos de otras categorías que participen en la competición”. Es decir, que de esa cantidad total, la RFEF percibe un 10 por ciento que debe destinar al fútbol amateur. Luego, para poder seguir percibiendo íntegramente la RFEF esos 16 millones resultantes de la venta conjunta con LaLiga, tendrá que percibir del operador que los adquiera unos 160 millones, de los cuales 100 millones se deben repartir entre los clubes según los parámetros anteriormente expuestos, quedando el montante restante para la RFEF.

Hace unos meses, antes de explotar este conflicto, la RFEF recurrió a la LaLiga para ver si podía ayudarles en la venta de estos derechos. Ahora debe hacer frente a este escenario con la reciente resolución del juez de lo mercantil. En un idéntico escenario está la Supercopa de España que también estrena formato con dos semifinales y una final

En el seno de la Real Federación Española de Fútbol se constituirá un órgano de gestión de la misma composición que el establecido en el artículo 7, con dos especialidades:

a) El presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional será sustituido por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol.

b) Será miembro del órgano un club de la Segunda División B, elegido por los clubes o sociedades anónimas deportivas de esa categoría.

Este órgano tendrá las funciones previstas en las letras a), d), e) y g) del artículo 7.1, referido a las competiciones que explote o comercialice.