El presidente del Shakhtar Donetsk lucha por Ucrania

Rinat Akhmetov es la persona más rica del país y se ha posicionado con determinación ante la invasión de Rusia

“Nuestro objetivo común es una Ucrania fuerte, pacífica, independiente y unida dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”, dijo en un comunicado

Akhmetov, presidente del Shakhtar Donetsk

Akhmetov, presidente del Shakhtar Donetsk / Twitter

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Rinat Akhmetov, presidente del Shakhtar Donetsk, es uno de los oligarcas de Ucrania, un multimillonario que se ha alineado claramente con su país pese a que casi toda su fortuna la ha hecho en Rusia.

Presidente del Shakhtar desde hace más de veinticinco años, después de un escabroso episodio en el que salió ileso de un atentado, ha sido el responsable de la exitosa trayectoria del equipo de Donetsk.

Se inició en los negocios aprovechando las privatizaciones posteriores a la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y a la independencia de Ucrania (1991), como tantos otros ahora multimillonarios, para comprar activos mineros. Creó Metinvest Group, de la que es máximo accionista y que controla buena parte del mercado nacional del mineral, además de diversificar en energía eólica a través de DTEK Renewables y también propietario de empresas de telecomunicaciones, ingeniería, finanzas, bienes raíces, transporte o comercio, un auténtico emporio.

Ahora su fortuna está en peligro porque Putin ya no distingue ni entre los magnates, que también están entre sus objetivos. Y ahora sus activos están en peligro porque la mayoría están ubicados en Mariupol y Dnipro y pueden ser confiscados simplemente con un decreto. En la siguiente etapa de la invasión, además, Rusia querrá destruir el potencial industrial.

Rinat Akhmetov viajó a la ciudad fronteriza de Mariupol para decirles a los empleados de minería y siderurgia de Metinvest Group que iban a recibir aumentos salariales.

“Creemos en Mariupol, creemos en Ucrania”, dijo Akhmetov, la persona más rica del país, cuyas propiedades incluyen el conglomerado minero con sede allí. “Seguiremos trabajando, seguiremos construyendo, seguiremos invirtiendo”.

El 22 de febrero, cuando cientos de personas tomaron las calles de Mariupol para protestar por las acciones de Rusia, Akhmetov borró cualquier duda sobre su lealtad. Anunció que su holding SCM pagaría 1,000 millones de grivnas ucranianas (34 millones de dólares) en impuestos por adelantado para apuntalar las finanzas estatales.

“Nuestro objetivo común es una Ucrania fuerte, pacífica, independiente y unida dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”, dijo en un comunicado a Interfax-Ucrania. “Todos deben hacer todo lo que esté a su alcance para fortalecer el país… La unidad es ahora una cuestión de supervivencia [del] país”.

Akhmetov sabe lo que está en juego. Fue duramente golpeado por la guerra entre Rusia y Ucrania en 2014. Varios de sus activos, incluidos bienes raíces, docenas de estaciones de servicio y el estadio local del Shakhtar Donetsk, uno de los equipos de fútbol más exitosos de Ucrania, se volvieron prácticamente inútiles de la noche a la mañana después de que los territorios fueron incautados.

La mayoría de sus fábricas y activos están ubicados en Mariupol y Dnipro. “En la primera etapa [de la invasión], Rusia atacó principalmente [sitios] militares, pero en la siguiente etapa de la invasión, también pueden atacar fábricas industriales pertenecientes a los oligarcas ucranianos, porque también quieren destruir el potencial industrial [de Ucrania]. Sus activos podrían ser destruidos con varios misiles o ataques aéreos”.

Akhmetov duplicó su compromiso con Ucrania en su declaración del martes en respuesta a la decisión de Rusia de reconocer las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. “Quiero enfatizar que [mis] negocios continuarán con todas las inversiones a las que nos comprometimos en los planes de 2022, sin importar los terribles escenarios que enfrentemos”, dijo. “Esto incluye inversiones en Mariupol. Ya he dado instrucciones a mi fundación para ayudar con la evacuación, medicamentos y todo lo necesario, si es necesario. Haremos todo lo posible para evitar un desastre humanitario”.

Su relación con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky ha mejorado después de que hace apenas unos meses se le acusaba de planear un golpe contra él de la mano de un grupo de oligarcas.

Y mientras tanto, también se ha preocupado de preservar la integridad de los integrantes del Shakhtar y en estos días ha conseguido que salieran de Ucrania al cuerpo técnico que encabeza Roberto De Zerbi y del que formaban parte otros siete italianos y a los numerosos jugadores brasileños en plantilla. El resto del personal del club está en sus casas, en refugios antiaéreos, sótanos, estaciones de metro. De momento no hay bajas.